La Policía ha elevado este viernes a 36 la cifra total de heridos por el atropello perpetrado el jueves contra una multitud en el centro de Múnich, atribuido por las autoridades a un solicitante de asilo afgano que ya ha confesado que fue un hecho intencionado. El agresor, de 24 años y con el nombre de pila Farhard, declaró que arremetió contra la manifestación consciente de ello, según informa la Fiscalía.

Un portavoz policial, Christian Huber, ha confirmado en rueda de prensa que varios de los heridos permanecen en estado grave, entre ellos una niña de 2 años que está ingresada en cuidados intensivos.

La Policía da por hecho que el conductor, que residía de manera legal en Alemania, embistió de manera intencionada una concentración sindical, algo que el único sospechoso ha confesado también en los primeros interrogatorios. 

El incidente ha vuelto a agitar el debate político a poco más de una semana de que los alemanes acudan a las urnas para elegir la composición del Parlamento y, de manera indirecta, al próximo Gobierno. La oposición conservadora ha prometido un endurecimiento de las políticas migratorias en caso de llegar al poder.

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