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Internacional

Londres abandera la lucha contra el fraude de las tecnológicas: anuncia una tasa del 25% por desviar beneficios

El ministro británico presentaba este miércoles la Declaración de otoño en la Cámara de los Comunes

El ministro británico de Economía, George Osborne, anunció este miércoles un nuevo impuesto que gravará con un 25% los beneficios de las multinacionales como Google o Amazon que desvían sus ganancias a otros países.

En uno de los anuncios más destacados de su Declaración de otoño, en la que expuso sus prioridades presupuestarias, el ministro dijo que, con el impuesto, de cuya compleja aplicación no dio detalles, se podrá recaudar 1.000 millones de libras (1.200 millones de euros) en los próximos cinco años.

La intención de esta tasa, bautizada en el Reino Unido como "impuesto Google", es obligar a las multinacionales a contribuir más al fisco británico ya que generan grandes beneficios en el Reino Unido pero desvían sus ganancias a sedes en otros países para aprovechar regímenes fiscales más favorables. Es el caso de Google, Facebook o Amazon, que, gracias a su estructura internacional, pagan menos impuestos en el Reino Unido de lo que su actividad comercial merecería, lo que ha generado polémica en este país.

Según Osborne, estas empresas que trasladan "artificialmente" sus beneficios fuera del territorio británico, "pagarán su parte" a las arcas del Estado, por los ingresos generados en el Reino Unido.

El ministro no precisó cómo se garantizará el funcionamiento de la nueva tasa, pues requiere de un consenso internacional, en el que actualmente trabaja la Unión Europea (UE), y presenta el problema de que, a diferencia de las ventas, los beneficios de una multinacional en un país concreto son a veces difíciles de determinar.

Además del impuesto a las multinacionales, Osborne anunció el aumento del aplicado sobre la compra de casas, en función de su precio, y dijo que se cambiará la manera en que se gravan los beneficios de los bancos a fin de que contribuyan con 4.000 millones de libras más (5.000 millones de euros) en los próximos cinco años.

La Declaración de otoño es un adelanto de lo que será el presupuesto del Estado del próximo marzo, el último antes de las elecciones generales que se celebrarán en el Reino Unido en mayo de 2015. 

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