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Internacional

El ministro británico de Economía cree que los recortes harán que "trabajar valga la pena"

El ministro de economía británico, George Osborne.

El ministro británico de Economía, George Osborne, defendió hoy los severos recortes a los subsidios sociales aplicados por su Gobierno para reducir el déficit, con el argumento de que "incentivarán" a las personas a trabajar. En un discurso en un almacén de distribución de un supermercado, el político conservador explicó que el actual sistema "penaliza" a los ciudadanos que trabajan duro y "premia" a quienes no lo hacen.

"Defender unos subsidios que atrapan a las personas en la pobreza y penalizan el trabajo es indefendible", dijo Osborne, en alusión a los críticos de la política gubernamental. La mayoría de los recortes a las prestaciones sociales -como la ayuda de vivienda o por discapacidad- entró en vigor ayer, al inicio del año fiscal en el Reino Unido, si bien otros se introducirán a lo largo de este mes. Estos recortes, dirigidos a reducir el gasto del Estado, han sido condenados por organizaciones de beneficencia, grupos religiosos y la oposición laborista, que señalan que perjudicarán a los más vulnerables.

Osborne arremetió hoy contra esos críticos, a quienes acusó de tener "intereses creados", e insistió en que el sistema británico de protección social está "roto", pues hace que para algunas personas "salga más a cuenta cobrar el paro (un máximo de 64 libras semanales, 75 euros) que trabajar". El ministro cree que la rebaja o retirada de ciertos beneficios hará que "trabajar valga la pena", en un momento en que el paro ronda el 8% en este país por la crisis económica.

Uno de los cambios más polémicos es la reducción de los subsidios sociales para las personas en edad activa que vivan en pisos de protección oficial con una habitación libre, lo que se estima que afectará a unos 660.000 ciudadanos. Para evitar el recorte de la ayuda social, estas personas y sus familias tienen en teoría la opción de mudarse a otra vivienda con las habitaciones justas, pero, según denuncia la oposición, el problema es que estas casas alternativas son "inexistentes". "No vamos a dar dinero si hay una habitación libre", subrayó hoy Osborne, quien aseguró que la factura social costó al Estado 90.000 millones de libras (106.000 millones de euros) en 2010.

Rebaja del impuesto sobre la renta a los más ricos

La oposición laborista ha acusado al Gobierno de coalición entre conservadores y liberaldemócratas de abocar a la gente a la pobreza y de tildar de "vagos" a los pobres.

El Ejecutivo de Cameron retirará, además, el subsidio que había al pago del impuesto municipal sobre la vivienda y, a partir del 6 de abril, entrará en vigor una medida que limitará al 1% durante los próximos tres años el incremento anual del valor de las prestaciones, muy por debajo de la inflación.

"No hay nada amable en aparcar en el cobro de subsidios a gente que puede trabajar, no hay nada justo en una sociedad del todo por el nada", dijo en su discurso el canciller del Exchequer, que prevé poner en marcha una revaluación de las personas con discapacidad.

Al mismo tiempo que reduce los subsidios, el Gobierno británico rebajará el impuesto sobre la renta para los más ricos, de 50 al 45 por ciento, y el impuesto de sociedades, primero al 23 y eventualmente al 20%. Osborne justificó estas medidas como necesarias para impulsar la economía y mejorar la competitividad del Reino Unido.

Entre la polémica por los recortes, una petición ciudadana para que el ministro de Trabajo, el también millonario Iain Duncan Smith, viva con las 53 libras semanales (62 euros) que perciben algunos receptores de ayudas ha alcanzado ya 200.000 firmas.

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