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Internacional

Washington espió más de 60 millones de llamadas en España en sólo un mes

El embajador estadounidense se reunirá este lunes con el secretario de Estado para la UE

La Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) espió 60 millones y medio de llamadas en España entre el 10 de diciembre de 2012 y el 8 de enero de 2013, según un documento titulado "Spain- last 30 days" ("España -últimos 30 días") del exagente Edward Snowden al que ha tenido acceso el diario El Mundo Algunos de los grandes medios anglosajones están dando especial relevancia a la noticia. Mientras que Financial Times recoge la recoge más abajo, Reuters, el diario The Guardian o la web de la BBC abren su espacio con esta información.

Durante ese periodo, 60.506.610 llamadas fueron vigiladas, quedando registradas en un gráfico de barras que mostraba el flujo diario. El espionaje estadounidense no registra el contenido de las llamadas, aunque sí el número de serie de los aparatos que se comunican, el lugar donde se encuentran, el número de teléfono de las tarjetas SIM y la duración de la llamada. Además, también se ofrece información personal a través del navegador de internet, el correo electrónico y redes sociales, principalmente Facebook o Twitter. 

Según la legislación española, concretamente en base a la ley 25/2007 de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y redes públicas de comunicación, este tipo de informaciones sólo pueden ser cedidas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a los funcionarios de la Dirección de Vigilancia Aduanera en funciones de policía judicial, además del CNI si el Tribunal Supremo lo autoriza. De este modo, la NSA habría incurrido en un delito tipificado en el Código Penal. 

A raíz de estas nuevas informaciones está previsto que el secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo, se reúna con el embajador estadounidense en España, James Costos, a instancias de Mariano Rajoy. El presidente no quiso manifestarse el viernes sobre si se uniría a las acciones emprendidas por Francia y Alemania después de conocerse que la NSA también había espiado llamadas en Francia y a la propia canciller alemana. 

La polémica por el espionaje que lleva a cabo EEU desde el 11-S con la excusa de ampliar su poder de control para combatir el terrorismo, se desata también al conocerse las comunicaciones interceptadas entre personajes como la presidenta de Brasil Dilma Rousseff o la canciller Angela Merkel o entre empresas como Petrobras o instituciones como la ONU, algo que apuntaría más a un interés comercial o político que de lucha contra el terrorismo. Sobre este asunto quiso pronunciarse el presidente Obama este verano cuando quitó importancia a las escuchas, diciendo que lo que hace el equipo es mirar los números de teléfono y la duración de las llamadas, y que no se está mirando el mirando el nombre de las personas o el contenido de las comunicaciones. 

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