Cada 12 de febrero se recuerda el fallecimiento del médico y científico español Francisco Javier Balmis en Madrid, en 1819. Pero, ¿por qué es tan relevante su figura? En este artículo te contamos los detalles de la expedición que permitió a Balmis llevar la vacuna contra la viruela a América, el origen de esta enfermedad y cómo surgieron las primeras vacunas.
La viruela fue uno de los virus más letales de la humanidad. Altamente contagiosa y, en muchos casos, mortal, podía dejar ciegos a quienes lograban sobrevivir. Sin embargo, su síntoma más característico eran las pústulas que cubrían el cuerpo de los enfermos.
Se tienen registros de la viruela desde hace siglos, pero su mayor propagación en Europa y América ocurrió en el siglo XVIII. No fue hasta el descubrimiento de la vacuna que se encontró una forma eficaz de combatirla, aunque la enfermedad no fue erradicada completamente hasta 1977.
El hallazgo de Edward Jenner
El 14 de mayo de 1796, el médico inglés Edward Jenner confirmó una sospecha que algunos médicos ya tenían: las lecheras que entraban en contacto con las ubres de vacas infectadas con viruela bovina quedaban protegidas contra la viruela humana. Para comprobarlo, Jenner extrajo pus de las lesiones de una lechera infectada y lo inoculó en el hijo de su jardinero mediante un pequeño corte en la piel. El niño no desarrolló síntomas graves y, tiempo después, se demostró que había quedado inmunizado. Así nació la primera vacuna contra la viruela.
Años después, Louis Pasteur acuñó el término "vacuna" en honor a Jenner, ya que el descubrimiento de este procedimiento estaba vinculado a las vacas (vacca, en latín). Pasteur también perfeccionó el método al desarrollar vacunas para enfermedades como el ántrax y el cólera aviar, debilitando los virus antes de inyectarlos en los pacientes.
La evolución de la vacunación: de Jenner a Balmis
En aquella época aún no existían las jeringuillas, que fueron inventadas en 1853 por Alexander Wood para administrar medicamentos de forma más eficaz. Al principio, eran de cristal, y no fue hasta el siglo XX cuando se popularizaron las jeringuillas desechables de plástico, diseñadas por el español Manuel Jalón.
Pero volvamos a la viruela. Si Edward Jenner fue el pionero en el descubrimiento de la vacuna, Francisco Javier Balmis fue quien ideó la manera de hacerla llegar a millones de personas. Este médico alicantino tuvo una idea innovadora que presentó al rey Carlos IV: como la vacuna no se conservaba más de doce días, pensó en transportarla utilizando la técnica del "brazo a brazo".
Este método consistía en extraer pus de las pústulas de niños recién vacunados para inmunizar a otras personas, manteniendo así la cadena de transmisión de la vacuna hasta llegar a su destino. Para ello, se seleccionaron 22 niños huérfanos, de entre 4 y 14 años, quienes portarían la vacuna viva durante la travesía hasta América. Carlos IV aprobó el proyecto y organizó la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, la primera campaña de vacunación a nivel mundial.
Una expedición para salvar millones de vidas
Francisco Javier Balmis (1753-1819) viajó con seis niños huérfanos desde el orfanato de Atocha, en Madrid, hasta el de La Coruña. Allí se sumaron otros 16 niños bajo el cuidado de Isabel Zendal, enfermera y rectora del Orfanato de la Caridad de La Coruña, y del médico José Salvany.
La expedición partió a bordo de la corbeta María Pita, cruzando el Atlántico y el Pacífico para llevar la vacuna a América y Filipinas. Isabel Zendal tuvo la importante misión de cuidar a los niños durante la travesía y garantizar su bienestar. El viaje fue largo y difícil, pero un éxito: los 22 niños llegaron vivos y lograron inmunizar a miles de personas. Además, se establecieron centros de vacunación en distintos puntos para seguir replicando la vacuna. Desde América, la expedición llevó la inmunización a Filipinas, China y otros países de Asia.
Finalmente, la viruela fue erradicada de la faz de la Tierra en 1977, cuando la OMS declaró su completa desaparición. Así, la expedición de Balmis se convirtió en un hito en la historia de la medicina y un ejemplo de cómo la ciencia y la solidaridad pueden cambiar el mundo.