En estos tiempos en los que gastronómicamente las aperturas se suceden a ritmo vertiginoso, los cambios de propuesta están a la orden del día y lo efímero parece ser la

El ruido mediático parece reducirse a Cataluña, que no es que no haya que prestarle atención, pero sin taparnos los oídos ante el coste que supone la ausencia de una verdadera cultura de la negociación