Banco Santander ya tiene el ok definitivo para tomar el control de Banco Popular. La entidad presidida por Ana Botín ha obtenido la autorización a la operación por parte de Bruselas, sin condiciones. Santander ya puede vender la cartera inmobiliaria a Blackstone y cerrar otras operaciones.

Cuando lleguen los recursos tardíos de Pimco, Luksic y la Sindicatura, la potencial factura de la batalla legal de Popular ascenderá a cerca de 2.000 millones. Varios accionistas reclaman que se anule la venta a Santander o se les indemnice. Y apuntan que el dinero debería salir de la Junta Única de Resolución.

La tecnocracia ha encontrado en la contracultura un aliado de un valor excepcional, con ella la industria política puede crear nuevos mercados, generar nuevas necesidades aun a costa de interferir en los aspectos más sagrados de nuestra privacidad.