Llegaron al poder abruptamente a partir del tamayazo y crearon una red de corrupción convirtiendo la Comunidad de Madrid en una fosa séptica de delitos y miseria, de amoralidad y podredumbre.

Algunos de los editores con más experiencia en coaccionar a los políticos y a las empresas se han llevado las manos a la cabeza con escándalos como el de Ausbanc o con -supuestos- hechos como los que han motivado la imputación de la cúpula de 'La Razón'. Todo un ejercicio de hipocresía dentro de un sector en el que las presiones son habituales y vienen motivadas por intereses más o menos inconfesables.

Ya no se respeta ni el fuera de juego, una cuestión geométrica que no tiene discusión. Se está o no se está. Pero la dinámica esquizoide en la que vive instalada el fútbol hace que se 'interprete' hasta una cuestión cuántica como esta.