En los últimos tiempos se ha puesto de moda, entre los famosos, interesarse por el arte. Incluso algunos como Elena Ochoa Foster o Jacobo Fitz-James Stuart, que cuentan ya con su propia galería de arte, han decidido hacer del “amor al arte” su forma de vida.

Mucho se está escribiendo y hablando en estos días del estado de salud de nuestro Rey. Y las mas de las veces lo que se dice es interesado, para mal o para bien. Casi siempre para mal diría yo. Porque, dejando aparte la ya casi provecta edad del monarca, la dolencia del Rey es una lesión ósea. Y si echamos la vista atrás, casi todas las intervenciones que ha padecido han sido por otras lesiones óseas producidas, en su mayor parte, en la práctica de deportes. En definitiva, que la salud bien, pero los huesos reales también se rompen como los de los demás.

El Príncipe Felipe se está labrando su propio camino para familiarizarse con las principales fuerzas políticas, en unos casos siguiendo los consejos del Rey Juan Carlos y en otros su propio criterio. El heredero de la Corona mantiene buenas relaciones, al margen del marco institucional, con el PP, el PSOE, CiU y UPyD, línea caliente de la que momento han quedado fuera los nacionalistas vascos, Esquerra Republicana e Izquierda Unida.

Hace cinco años desaparecían los ojos azules más famosos de la historia. Paul Newman, el mito de Hollywood, uno de los hombres más guapos que han existido nunca, moría retirado en su granja de Connecticut, acompañado de sus hijos y la mujer de su vida. Pero, ¿hay algo que no sepamos del galán por excelencia?

Desde esta temporada los clubes de fútbol de Primera y Segunda división tienen un presupuesto limitado para sueldos con el fin de no endeudarse más. Así, Almería, Elche, Celta, Levante, Rayo y Valladolid disponen de 11-14 millones, Betis, Espanyol, Osasuna, Getafe y Granada de 14-23, Athletic, Málaga, Real Sociedad y Villarreal de 30-40, Sevilla y Valencia de 45-50 y Atlético de 65-67. Fuera del control de la LFP quedan Real Madrid y Barcelona, con una estimación de entre 190 y 200 millones para pagar a sus jugadores. La Liga también es de dos en los despachos.