Los recortes de Rajoy (primer asalto) o el ¡cuerpo a tierra, que vienen los nuestros!
La frase, atribuida a Pío Cabanillas en el crepúsculo de la UCD, se ha convertido en eslogan de curso legal para aludir a las sorpresas, naturalmente desagradables, que al ser humano suelen deparar quienes precisamente deberían colmarle de felicidad. Los millones de españoles de clase media que votaron PP en 2004 y 2008 y han vuelto a hacerlo el 20-N confiando en sacar ventaja del cambio, se toparon el viernes con la desagradable, por más que predecible, sorpresa de tener que correr con el peso del ajuste, mientras que los sectores que entonces y ahora apoyaron al PSOE, su