La energía fotovoltaica es una de las puertas de entrada a la sostenibilidad.
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El camino hacia las cero emisiones es una misión global y compartida en la que todos podemos y debemos hacer nuestra parte, desde las empresas hasta la sociedad en su conjunto, pues todos estamos cada vez más sensibilizados con la conservación del medioambiente. En esta línea, Banco Santander ha asumido el compromiso de ayudar en la transición hacia una economía verde, algo que plasma en su objetivo de alcanzar las cero emisiones netas de carbono en 2050 en todo el grupo. La ambición NetZero abarca tanto a su propia actividad como a las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece la entidad.
Las energías limpias se erigen como la principal respuesta a las urgentes necesidades del planeta. Según el informe Global Electricity Review 2022, por primera vez en la historia, más del 10% de la electricidad que se consume en el mundo ya proviene de energía solar y eólica. Y es que, necesitados de seguridad energética, los países continentales apuestan por la adopción de energías renovables, mientras tratan de reducir su grado de dependencia de los combustibles fósiles, sobre todo, del gas. También los agentes económicos se mueven en esa dirección, tal y como señala el informe elaborado conjuntamente por la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) y la Iniciativa de Política Climática (CPI), en el que se indica que las inversiones en energías renovables alcanzaron un nivel récord en 2022.
Banco Santander se ha marcado como objetivo lograr que toda la energía que consuma el grupo provenga de fuentes limpias en 2025
En esa misma línea, la de apostar por las renovables, Banco Santander se ha marcado como objetivo lograr que toda la energía que consuma el grupo provenga de fuentes limpias en 2025. Para ello, recientemente instaló 20.000 placas solares fotovoltaicas tanto en la Ciudad Financiera situada en Boadilla, como en otros edificios corporativos en España. Una medida con la que la entidad logra maximizar el consumo de energía, además de disminuir sus costes y reducir el impacto ambiental de sus actividades.
Sin embargo, el camino hacia la descarbonización de la economía requiere de imaginación y creatividad para ofrecer esa “milla extra” que consiga marcar la diferencia. En esa senda por sumar esfuerzos y aunar voluntades, Banco Santander quiere ayudar a sus clientes a que también se sumen a esa transformación ecológica. Para lograrlo, se ha aliado con la empresa tecnológica de transición energética Holaluz.
Los clientes de Banco Santander tienen la posibilidad de generar su propia energía verde a través de la instalación de paneles fotovoltaicos de Holaluz en sus edificios
Por medio de este acuerdo, los clientes de Banco Santander tienen la posibilidad de generar su propia energía verde a través de la instalación de paneles fotovoltaicos de Holaluz en sus edificios. De esta forma, podrán reducir a cero la factura de la luz y contribuir a disminuir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Esta iniciativa está disponible en las casi 2.000 sucursales que el banco tiene en España, así como a través de los más de 1.000 agentes y los canales digitales de la entidad. Además, los clientes de Santander también van a poder beneficiarse del acompañamiento integral que Holaluz presta en el ámbito solar, incluyendo la gestión de las ayudas y subvenciones, que cubren hasta el 45% de la instalación gracias a los fondos Next Generation.
El acuerdo con Holaluz refleja el doble prisma con el que Banco Santander se plantea la sostenibilidad. Por un lado, como una oportunidad para transformar su modelo de negocio y ayudar a transformar el de su sector y su entorno hacia modelos más alineados con las nuevas prioridades sociales y económicas. Por otro, como una responsabilidad derivada de su condición de ser uno de los principales agentes económicos en España y en el mundo.
Banco Santander fue reconocida como una de las entidades financieras más sostenibles del mundo y una de las tres primeras de Europa por el índice Dow Jones Sustainability Index 2022. La entidad se ha comprometido a movilizar 220 mil millones en financiación verde hasta 2030 y a acompañar a sus clientes en su transición hacia una economía baja en carbono. Para ello ha desarrollado una gran cantidad de productos que integran criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno), apoyando así el crecimiento de las finanzas sostenibles.