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La trágica historia de Manuel Benítez Valero, el otro hijo de ‘El Cordobés’ muerto a tiros

Manuel Benítez Valero, el otro hijo de ‘El Cordobés’, muerto a tiros

La historia de Manuel Díaz ‘El Cordobés’ y su batalla personal para que salga la verdad a la luz por él y por su madre, parece haber terminado en final feliz con el reconocimiento de un juez de la paternidad de Manuel Benítez. Sin embargo, esta historia está haciendo recordar y volver a sacar a la luz otras de finales muy diferentes.

María Ángeles Raigón Carreras, la ‘otra’ hija

Por un lado, tenemos la historia de María Ángeles Raigón Carreras (Córdoba, 1969) quien ha vuelto últimamente a pisar platós a raíz de la historia de Manuel.

Trabajadora de un servicio público de emergencias en Andalucía, es también dueña de un bar en el centro de Córdoba, La Placita del Músico. Ella no consiguió que el torero se hiciera las pruebas de ADN, pero el juez le dio la razón porque la Sala consideró que había quedado probada la relación paterno filial.

‘El Cordobés’ defendía no ser padre de María Ángeles pero admitió haber mantenido relaciones sexuales con su madre. El juez estableció el derecho a usar los apellidos y una pensión alimenticia de 50.000 pesetas mensuales.

Y en mayo de 2000, la Audiencia Provincial de Córdoba ratificó la sentencia y a joven, entonces de 31 años, pasó a llamarse María Ángeles Benítez Raigón.

Manuel Benítez Valero, el ‘otro’ hijo

Pero hay otra historia más y mucho más trágica. La de Manuel Benítez Valero, el otro hijo del Cordobés.

En 1982 la maestra norteamericana Alina E. Velasco interpuso una demanda de paternidad contra el torero. Según el relato de la mujer, ella viajaba por España con su madre y llegaron a Córdoba el 19 de junio de 1968. Se alojaron en el hotel propiedad de El Cordobés y él las invitó a tomar una copa y a una fiesta que tendría lugar al día siguiente en su Finca Villalobillos.

En abril de 1969, Alina regresó a Los Ángeles embarazada de tres meses y su hijo nació en Miami en septiembre de ese año. Más tarde Alina volvió a Córdoba para que pudiese conocerlo. Pero la historia se convirtió en promesas que nunca llegaban a efectuarse, según relata la demanda de Alina.

Finalmente, el Tribunal Supremo le dio la razón a la mujer sin necesitar la prueba del ADN (como ha ocurrido en el caso de Manuel Díaz).

Era mayo de 1988 puso una demanda económica por valor de 43 millones de pesetas al diestro en concepto de pensión alimenticia para su hijo, ya de 21 años. La pretensión fue rechazada porque el art. 148 del Código Civil establece que la retroactividad solo alcanza a la fecha de interposición de la demanda y el recurso de amparo del torero también, sentando jurisprudencia sobre la no necesidad de someterse a la prueba de ADN para ser declarado padre legalmente. Alina Velasco había perdido aquella batalla.

Alina y su hijo perseguían la herencia del torero, pero Benítez se defendió ante la justicia denunciando la falsedad de todo el relato, rebatiendo la documentación aportada, y un juez ordenó busca y captura de la mujer. Entre la aportación documental de Alina Velasco había una foto del torero jugando con un bebé que en realidad era su primera hija, Maribel, y certificados de bautismo y nacimiento firmados por funcionarios de Miami. El fiscal pidió para ella apertura de juicio, siete meses de prisión y 250.000 pesetas de multa, pero jamás volvió a saberse de ella en España. Hoy, sigue desaparecida, también en EEUU. Finalmente, la sentencia que establecía la paternidad de Manuel Benítez ‘El Cordobés’ fue anulada en 1999.

Nadie ha vuelto a saber nada de Alina Velasco

Con 26 años -ahora tendría 40- y sin posibilidad de heredar ni un euro de su padre, conoció a Stephanie Spears, una joven con la que estuvo ocho años de relación y con la que tuvo un hijo. El 21 de marzo de 2004, Manuel mató a la madre de su hijo y huyó.

Durante la huida usó entre otros nombres y alias el de Benítez. El FBI puso un precio de 20.000 dólares a su cabeza y su cara volvió a la televisión pero no para protagonizar anuncios ni intervenir en películas-el joven había sido actor con el nombre artístico de Mark Everett- sino para recordar a la población como era este asesino buscado y perseguido.

La tarde del 23 de diciembre de 2008, una llamada alertaba a las autoridades de que un individuo cuya descripción encajaba con la de Benítez Velasco había sido visto acompañado de un niño de unos siete años en la pequeña ciudad El Monte, cerca de Los Ángeles.

Un agente le dio el alto él corrió por la calle con el pequeño de la mano. Se metió en un restaurante chino con dos armas. Hubo un tiroteo: el niño resultó herido y él hijo de ‘El Cordobés’, muerto.

De la abuela Alina Velasco no se ha vuelto a saber nada y el niño, nieto de Manuel Benítez, fue entregado a los servicios sociales.

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