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Morante de la Puebla no da una por culpa del fiestón que se pegó con Froilán

Froilán, fiel a las corridas de toros

Las Ventas en las fiestas de San Isidro, los ruedos de Victoria, Palma o San Sebastián. La infanta Elena es fan incondicional de los toros y no ha querido perderse ninguna faena de la última temporada estival.

Y no es menos fan de Morante de la Puebla, quien no acertó en faena en su último ruedo de la plaza de Vista Alegre de Bilbao el pasado 24 de agosto, durante su Semana Grande.

Un día antes, estaban ya allí para disfrutar del cartel, don Juan Carlos y su hija Elena con unos amigos –llegaron en avión privado-, mientras llegaban también Jaime de Marichalar, sus hijos Victoria y Froilán y su sobrino Amalio de Marichalar, de la misma edad que Felipe, desde Soria a Bilbao.

Los Marichalar almorzaron en casa de la ex senadora del Partido Popular  y amiga de la familia, Pilar Aresti, también aficionada a los toros. Con ella fueron más tarde a la plaza de Vista Alegre para ver torear a Enrique Ponce, a El Juli y a López Simón, tal y como cuenta ‘El economista’.

En este aterrizaje con los toros como objetivo claro de ocio, don Juan Carlos eligió el restaurante Azurmendi, de tres estrellas Michelin, para comer, mientas, horas más tarde, su nieto Froilán pudo conocer a Morante y, según fuentes cercanas, el ‘flechazo’ amistoso entre ambos fue al instante.

Tanto es así, que aprovecharon la noche de verbenas y fiestas que garantiza la Semana Grande de Bilbao para irse juntos de copeo y para hacer vida social con los amigos del nieto del Rey emérito que también estaban por allí.

Y por su culpa, Morante no dio con la tecla, produciendo su mayor pitada de la historia en el recinto. Froilán, por su parte, da así su traca final a unas vacaciones en las que pocos ingredientes le han faltado por España –incluso se ha echado una novia-. Ahora, Felipe de Marichalar y Borbón volverá al estado de Virginia (EEUU), para terminar sus estudios y poder sacarse, por fin, el bachillerato.

¿Y después? Los amigos cercanos a Froilán aseguran que le gustaría volver a España, pero sus padres prefieren que siga fuera del país y del foco mediático.

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