¿Por qué son las ovejas negras de las familias más VIP?

“Yo soy el obrero y mis hermanos los faraones”. Así se presentaba Julián Contreras Jr. en su última entrevista en la revista Lecturas. El hijo menor de Carmina Ordóñez asegura que lleva tiempo sin tener relación con Fran y Cayetano Rivera y que no piensa poner ya más empeño en remediarlo. “Son hijos de mi madre y eso les convierte en mi familia. Sé que son felices y me alegro, no les deseo ningún mal”. Pero de ahí a retomar el contacto parece que ni hablar. Al menos, no de momento. 

Vivir debajo de la alargada y exitosa sombra de sus hermanos ha terminado por convencer a Julián Contreras que él debe ser la oveja negra de la familia. ¿Cómo se explica, si no, que ellos sean guapos, triunfadores y tengan suerte en el amor y en los negocios mientras que el pobre no consigue nada de lo que se propone? Es el precio de rebelarse contra lo establecido. Pero, en lugar de lamentarse y hundirse en la miseria, Julián debería hacer como estas otras ovejas negras, que han hecho de su condición, su mayor virtud: 

Kiko Rivera

Era el 'pequeño del alma', el hijo de la tonadillera y el torero, pero Kiko Rivera decidió entregarse en cuerpo y alma a la fiesta, a las noches y a los ligues en cuanto tuvo edad para hacerlo. Ha presumido de echarle morro a la vida y no le ha salido nada mal. Ahora trata de convencernos de que es un padre amantísimo y responsable, pero todos sabemos que, debajo de la barba, sigue estando el mismo pícaro que no paraba quieto. 

Chabelita

¿Puede haber dos ovejas negras en una misma familia? En los Pantoja, sí. Cuando Kiko Rivera parecía que se había relajado, llegó a la crónica social Chabelita, la hija menor de la tonadillera. Y lo hizo por todo lo alto. Embarazo con 18 años, enfrentamiento con su madre y salida precipitada de Cantora. Las aguas no están ahora tan revueltas como antes, pero tampoco parece que la relación entre madre e hija haya vuelto a ser la misma. O es cuentan los rumores. 

José Fernando Ortega

Pocos podían imaginar que el hijo adoptivo de Rocío Jurado y Ortega Cano terminaría causando tantos problemas a su familia. José Fernando se ha convertido, poco a poco, en un joven muy rebelde. Ha pasado por la cárcel, ha estado ingresado en clínicas de rehabilitación y parece que no acaba de retomar las riendas de su vida. 

Froilan de Marichalar

El hijo mayor de la Infanta Elena es de armas tomar. Froilán no consigue centrarse en los estudios, cambia de colegio cada dos por tres y hasta ha sido relaciones públicas de una discoteca. Y todo sin haber llegado ni a la mayoría de edad. Si no fuese porque Urdangarín ha hecho muchos méritos para convertirse en la pesadilla de la Casa Real, nos atreveríamos a darle el título de oveja negra al pobre 'Pipe'. 

Miley Cyrus

La gallina de los huevos de oro que se cansó de ser tan correcta y se transformó en la más polémica del mundo. Mientras Miley Cyrus protagonizaba la serie Hannah Montana, su padre, el cantante Billy Ray Cyrus, estaba muy tranquilo. Pero, claro, la joven creció y decidió que lo suyo era más el twerking y desnudarse cada pocos minutos. ¿El resultado? Un padre muy enfadado y que no quiere saber nada de su propia hija. 

Paris Hilton

¿Qué puede esperar uno de la heredera de uno de los imperios hoteleros más importantes del mundo? Pues, desde luego, no que se convierta en la reina de las fiestas y protagonice una de las sex tapes más mediáticas de la historia. El triunfo social de Paris Hilton supuso también la repudia por parte de su millonario abuelo. Total, qué más da, si la socialité facturaba más con sus apariciones de lo que nadie podía imaginar... 

Enrique de Inglaterra

En España tenemos a una infanta sentada en el banquillo, pero en Reino Unido tienen a un príncipe que no para de generar polémicas. Al hijo menor de la desaparecida Diana le hemos visto incluso jugando al strip poker en Las Vegas, que se dice pronto. Harry trata de seguir los pasos de su correcto hermano mayor pero no le acaba de salir. Y casi que mejor. Una oveja negra siempre es mucho más interesante. 

Estefanía de Mónaco

Princesa, sí, pero también cantante, acróbata, modelo y casi todo lo que se ha propuesto. Estefanía de Mónaco nunca se ha ceñido a las reglas del Principado y eso le ha costado la poca simpatía de sus hermanos. Se ha casado con guardaespaldas, se ha enrolado en el circo y ha preferido cuidar elefantes a disfrutar de los privilegios de las fiestas de palacio. Solo por eso ya merece que nos postremos a sus pies. Y es que Estefanía es mucha Estefanía...