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El cuerpo de Ruiz-Mateos será desenterrado para hacerle las pruebas de paternidad

El cuerpo de Ruiz-Mateos será desenterrado para hacerle las pruebas de paternidad

La supuesta hija de Ruiz-Mateos, Adela Montes de Oca, de 27 años, lleva peleando tres años para que se le reconozca que su padre es José María Ruiz-Mateos. Una lucha judicial que comenzó en vida y tras la muerte del empresario continúa.

El juicio que iba a determinar la paternidad del empresario se iba a celebrar el pasado 31 de enero pero fue aplazado porque ninguno de los hijos del empresario quiso hacerse la prueba.

Finalmente, el juez ha decidido que el cadáver será exhumado para así determinar si es el padre o no de la joven, según ha informado el programa ‘Espejo Público’, “se realizará garantizándose su integridad, respeto y memoria”. Su juicio se celebrará el próximo 6 de junio.

Aunque la joven asegura no estar interesada en la herencia que podría recibir, la fortuna que Ruiz-Mateos legó a sus 13 hijos está valorada en unos 5.000 millones de euros y, de demostrarse que era su hija, podría solicitar parte de esta fortuna. Sin embargo ella explica que la razón fundamental del reconocimiento: “Yo trabajo y vivimos bien. Eso es lo de menos. Me corresponde a mí como le corresponde a los demás”.

Según ha relatado Adela, el empresario mantuvo una relación con su madre, la mexicana Patricia Montes de Oca, a la que conoció en Chicago, en Estados Unidos, y se prolongó durante años. Tuvieron encuentros en hoteles de diferentes ciudades y países. Fruto de esa relación, nació Adela. Entonces el empresario asumió los gastos de la familia, le pagó los estudios, incluidos los universitarios, el alquiler de la casa en la que vivían y la manutención. Según la joven ella y su padre tuvieron contacto por teléfono y carta hasta que se conocieron cuando ella tenía 17 años. El empresario nunca negó su paternidad pero no quiso darle sus apellidos a Adela.

Sin embargo todo cambió con los procesos judiciales y expropiaciones de la familia Ruiz Mateos. Antes de morir, cuando estuvo enfermo, Adela quiso ir a visitarle pero según contó Teresa Rivero, mujer de su supuesto padre, se negó. Fue entonces cuando la joven decide reivindicar sus derechos y presentar una reclamación de filiación paterna extramatrimonial.

Tras la decisión judicial, Adela ha expresado el miedo que siente ante la reacción de sus hermanos tratando de impedir de cualquier modo que se lleve a cabo.

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