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Manuel Benítez celebra su 80 cumpleaños con dos ‘regalitos’ inesperados

Manuel Benítez celebra su 80 cumpleaños con dos ‘regalitos’ inesperados

Benítez ‘El Cordobés’ comenzó como una figura del toreo de origen humilde que, como pasa en numerosas ocasiones, pasó de no tener nada a ser símbolo de toda una época en España. Se vistió de luces por vez primera en 1959 en Talavera de la reina. Confirmó su alternativa en Madrid en 1964. 

Revolucionó el mundo del toro con su ‘salto de la rana’, agotando todas las plazas por las que iba con su sello particular. Tal fue la fama que consiguió, que participó en el cine, en películas como ‘Aprendiendo a morir’ –junto a Marisa Bustos, Ismael Merlo, Jesús Colomer y Manuel Zarzo-, y ‘Chantaje a un torero’ junto a Manolo Morán y Elena Duque. 

Se han escrito libros y rodado documentales en su honor 

El 11 de octubre de 1975 se casaba con Martina Fraysse, la mujer con la que ha vivido sus mayores éxitos profesionales y con la que ha tenido hasta cinco hijos. 

Aunque se retiró en los ochenta, Benítez ha reaparecido en varias ocasiones en las plazas de toros. Es el torero español más premiado nacional e internacionalmente. En 2002 fue nombrado quinto califa del toreo, y en 2015 recibió por parte de los reyes de España la Medalla de oro al mérito de las Bellas Artes. 

Se han escrito libros y rodado documentales sobre su vida, tiene su propio museo y varias calles con su nombre por todo el mundo. 

Pero ahora, con sus 80 años recién cumplidos, el torero ha recibido dos ‘regalitos’ que quizá no esperaba recibir a estas alturas de su vida: la separación de su mujer y el reconocimiento de Manuel Díaz como hijo suyo. 

El pasado 28 de abril, la prensa se agolpó a la salida de los juzgados de Córdoba a la espera de Manuel Díaz. “Ahora mismo lo que quiero es la tranquilidad para mi familia, la verdad de mi madre. Dar las gracias a la gente que siempre nos ha querido y apoyado en todos los momentos, y a toda la prensa que me ha mimado y permitido estar donde estoy hoy en día, como hombre, como padre y como profesional”, dijo el torero. 

No se quiso ir sin añadir que Manuel Benítez “es un gran torero y hoy podría haber demostrado que también es un gran hombre”. Esto lo hizo claro, haciendo referencia a la ausencia en los juzgados de Benítez, quien por el contrario sí que cedió por boca de su abogado a todo el reconocimiento pertinente que se le demandaba. 

Por otro lado, el fin de su matrimonio se debería “a problemas económicos y de gestión patrimonial” según su círculo cercano. 

Seguro que Manuel Benítez no esperaba celebrar así sus ochenta primaveras. En cualquier caso, desde GRITOS le deseamos muchas felicidades.

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