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Maldivas, el refugio de color azul turquesa

layas de arena blanca y villas sobre el agua turquesa componen el paisaje de la isla donde se asienta Joali.

En la isla de Muravandhoo, en el atolón de Raa (Maldivas), existe un exclusivo refugio de lujo sencillo, salpicado de obras de arte entremezcladas con el paisaje, denominado Joali. El mar, de un azul intenso, es el protagonista absoluto de esta isla que acoge 73 villas y cuatro restaurantes, y en la que el único transporte es la bicicleta, y la única obligación, descansar, realizar deporte, leer o, sencillamente, estar.

Una cuidada vegetación con diferentes tonalidades sorprende al visitante al salir de su villa (en bici, en buggy o a pie), con piscina propia y acceso directo al mar para disfrutar de los atardeceres más idílicos. Un glamour sostenible se aprecia en cada rincón: por supuesto, en la ausencia de coches y vehículos contaminantes, pero también en detalles como el algodón y el lino de la ropa de cama, las firmas de cosmética orgánica o los desayunos ayurvédicos (estamos muy cerca de la India, cuna del ayurveda). Pero quizás lo más sorprendente sea su exquisita arquitectura e interiores, con cuidados materiales traídos de varios países, y las obras de arte inmersivo salpicadas alrededor de la isla. Trece artistas internacionales, como Misha Khan (Nueva York), Porky Hefer (Ciudad del Cabo) o el español Nacho Carbonell (con una pieza realizada con arena y savia de árboles), fueron seleccionados por la dueña del hotel, una empresaria turca que anuncia su intención de seguir seleccionando para este entorno experiencias artísticas interactivas todos los años.

Villa sobre el mar, con piscina privada.

En el spa, los programas de bienestar holístico son protagonistas, gracias a terapeutas maestras en la aplicación de todo tipo de masajes con cosméticos de la firma Aveda (especialista capilar) y ESPA (top en aceites esenciales). Conducir al huésped hacia el bienestar es el único objetivo, abordando para ello dolencias físicas, equilibrio emocional y conciencia espiritual. Un refugio inspirado en los alrededores tropicales con la misión de reconectar mente y cuerpo. Además, el gimnasio ofrece entrenadores personales para trabajar la puesta a punto y fortalecer el organismo.

Una cuidada biblioteca con ejemplares dedicados al mundo marino y un puñado de libros distribuidos en cada habitación nos predisponen a la lectura ante un horizonte lleno de paz. Sin duda, esta isla es una nueva forma de lujo no convencional (sin dorados, ni brocados) que une buena gastronomía, artesanía, diseño, arte y paseos marítimos a los que acudir con look casual y sin zapatos (otro lujo).

Atolón de corales

Joali se encuentra en uno de los atolones más grandes y profundos del mundo, refugio de una gran cantidad de vida marina para practicar buceo o snorkel. Desde el aire, cuando se llega al hotel en el hidroavión de la isla, se puede divisar parte de lo que al sumergirse en el agua se disfruta luego, siempre con conciencia medioambiental de respeto a la flora y fauna marinas. De hecho, los huéspedes tienen la opción de visitar las islas desérticas cercanas para limpiar las playas o participar en un proyecto pionero de restauración del arrecife junto al biólogo marino del resort, en su misión de ayudar a reconstruir y repoblar los corales del blanqueamiento masivo al que están sometidos todos los del mundo (en parte por los residuos y cremas nocivas que aportamos los humanos). La pequeña cantidad de plástico necesario que se utiliza en el hotel es reciclable y reciclado: la eco-sostenibilidad es parte de su filosofía. Además, Joali está trabajando en un proyecto de plantación de árboles y palmeras para que los huéspedes compensen su huella de carbono, así como con una ONG local que apoya a los niños con discapacidades. Su compromiso con la contratación de mujeres maldivas es también significativo.

Baño de una de las villas de Joali, iluminada por la luz del atardecer.

Vista aérea del resort, con las instalaciones del 'spa' sobre el mar.

El camino hasta aquí

Qatar Airways, la aerolínea nacional del Estado de Qatar, tiene una moderna flota de aviones que permite llegar a Male (capital de Maldivas), haciendo escala en el vanguardista aeropuerto de Doha. Qatar ha sido reconocida en 2019 como la mejor aerolínea del mundo en los premios Skytrax World Airline, con especial mención a su clase business (Qsuite, con paneles de privacidad regulables que convierten cada asiento en una habitación individual). Los pasajeros que viajen desde España pueden beneficiarse de los privilegios de la alianza global Oneword, que ofrece más opciones de vuelo y mejores conexiones desde diferentes puntos de nuestro país. Para complementar la experiencia business, Qatar Airways ha incluido un nuevo concepto de menú a la carta para elegir entre diversas opciones que incluyen comidas vegana y vegetariana. La prestigiosa marca de cosmética italiana Castello Monte Vibiano Vecchio, de formulación orgánica, y un pijama 100% algodón natural son otros detalles para disfrutar de este vuelo rumbo al paraíso. Sin duda, un viaje para desconectar (quien se lo pueda permitir) y olvidar las preocupaciones y prisas del primer mundo.

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