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En plena forma: el Speedmaster de Omega cumple 65 años

Respetuoso con el pasado pero con la necesaria y cumplida actualización. El emblemático modelo de la manufactura suiza demuestra su renovado espíritu con el Calibre 321 y caja de oro Canopus TM.

El nuevo Omega Speedmaster Calibre 321 ofrece una visión renovada del original, pero respetando muchos de sus elementos icónicos.

El Speedmaster de Omega vive una eterna juventud. La demostración llega con este comienzo de año, en el que la firma de Bienne presenta en sociedad una nueva versión, el Speedmaster Calibre 321. Un reloj que ofrece detalles de época y que se declina en oro CanopusTM. Cuando llegó al mercado por primera vez, en 1957, el Speedmaster cambió la visión que se tenía de un cronógrafo. Creado para los pilotos profesionales de carreras, el reloj era muy legible y fácil de usar y también fue el primero que incorporó una escala taquimétrica en el bisel. Inspirándose en aquel primer Speedmaster, conocido como CK2915-1, este lanzamiento marca el 65 aniversario de la colección. Lo hace con una caja de 38,6 mm elaborada en oro CanopusTM, un aleación especial de oro blanco exclusiva de Omega y que se distingue por su alto brillo, blancura y durabilidad. Los aficionados también podrán distinguir el símbolo ‘NAIAD’ en la corona del reloj, que se utilizó específicamente para hacer referencia a la resistencia al agua en algunos de los primeros modelos CK2915.

Por lo que respecta a la esfera, es de ónice negro y luce el logotipo de la marca aplicado con una tipografía donde la ‘O’ está ovalada, detalle que estaba presente en los primeros modelos CK2915. Agujas e índices son de oro blanco con tratamiento PVD de oro CanopusTM. Por supuesto, no falta la escala taquimétrica en el bisel, que se ha rellenado con esmalte Grand Feu negro y, si se observa con atención, también se pueden ver dos detalles muy apreciados por los coleccionistas del Speedmaster original: el punto sobre 90 (DON) y otro en diagonal a 60.

El Calibre 321 fue el movimiento original del Speedmaster en 1957; también impulsó los relojes empleados en las misiones Apolo. A partir de 2019, Omega ha vuelto a manufacturarlo. Visible desde el fondo, Omega rinde en el reverso otro homenaje al aniversario de la colección. En el interior del cristal de zafiro se ha añadido un grabado del Hipocampo Omega; su ojo se ha realizado con un zafiro azul, la piedra preciosa que conmemora la celebración de 65 años.

Por lo demás, el Speedmaster Calibre 321 está montado en un brazalete de oro CanopusTM, con un cómodo sistema de ajuste, y se presenta en una caja de madera especial. La forma y el diseño de la caja, elaborada con un motivo similar al del palisandro en honor del 65 aniversario, se inspiran en las cajas que albergaban aquellos primeros Speedmaster comercializados en 1957.

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