Cartier define los códigos del éxito con el chef Dabiz Muñoz, embajador del reloj 'Pasha'

Cartier presenta en cada uno de sus modelos la estructura como una expresión depurada y sin artificios. De lectura inmediata, la maison francesa busca la sencillez y la elegancia como elementos reconocibles a primera vista. A través de un savoir-faire construido desde hace más de un siglo, sus creaciones unen la belleza y los nuevos estándares de innovación. Fiel a su primera versión de 1985, el nuevo Pasha de Cartier reúne originalidad poder en elementos que van más allá de la relojería clásica.

Entre sus embajadores, están personajes como el actor Rami Malek, Willow Smith o Lilly Collins. El chef madrileño Dabiz Muñoz es el último en sumarse en un acertado intento por demostrar que la alta relojería es también actitud y atreverse a sorprender, pues su concepto de gastronomía es en todos sus restaurantes una experiencia creada para los cinco sentidos. Ahora se convierte en embajador de la firma y su exclusivo modelo Pasha, símbolo de nuevos tiempos y elegancia atemporal. "Llevo 14 años escuchando que mis restaurantes y yo mismo estamos de moda; pero la realidad es otra. "En mi vida tengo un mantra creativo y de superación que llevo grabado a fuego: 'Nunca te conformes, si las cosas funcionan, no pares de cambiarlas para que funcionen mejor, busca siempre tus propios límites y sé valiente, esforzándote por ser la mejor versión de ti mismo cada día'", explica el chef.

Después del reconocimiento como Mejor Chef del Mundo por DiverXO (3 estrellas Michelin) por parte de The Best Chef Awards el pasado septiembre; la revista Forbes España lo ha situado entre los 100 españoles más creativos en el mundo de los negocios; y, DiverXO se ha posicionado en el número 20 del ranking mundial The World’s 50 Best Restaurants. Su última apuesta, El GoXO, situado en el NH Collection Constanza de Barcelona, presenta platos de influencia asiática para recoger o pedir a domicilio. Así forja Muñoz su legado de vanguardia y excelencia en la nueva generación de la gastronomía informal, que ahora se expande más allá de las paredes de su legendario templo en la capital.