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Gentleman

Paisajismo al servicio de la naturaleza

Jardín privado en una villa en Benahavis.

Tenía que ser en la costa del sol. Por clima, por entorno y porque abundaba entonces –hablamos de finales de los 90– un turista extranjero más acostumbrado, principalmente británicos pero también franceses y belgas, a apreciar la importancia y la estética de un jardín. Así que cuando Ignacio Benthem Martín-Alonso, ingeniero agrónomo, llegó a Málaga para trabajar en un proyecto medio ambiental, vio la oportunidad perfecta de dar rienda a su espíritu inquieto de creador de paisajes. Así nació ACER Espacios Naturales, un estudio de jardinería y paisajismo que, tras asentar su crecimiento en diversas obras públicas y promociones de la costa, consiguió su hito particular con la creación de los espacios verdes de Muelle Uno –un complejo comercial en un paseo marítimo de Málaga– y, especialmente, el jardín vertical del restaurante del chef estrella Michelin José Carlos García. Especialmente, decimos, porque no había jardines verticales entonces en la zona y, de hecho, Benthem tuvo que viajar a Francia para conocer esa idea de Patrick Blanc que comenzaba a despuntar y apenas era conocida en España.

Jardín vertical en el restaurante del hotel Nobu Ibiza Bay.

Ahora, los jardines verticales son una de las especialidades de ACER. “Es una forma maravillosa de llevar naturaleza a lugares impensables”, comenta Benthem a GENTLEMAN. Los jardines y espacios verdes en villas y promociones de alto standing son los otros campos en los que centra su trabajo.

Dice Benthem que sí, que hay un jardín para cada cliente, pero que la tendencia dicta sus normas y hoy se llevan los de menos césped y más arbusto, con menos necesidades de agua, y con presencia de plantas y flores autóctonas, más alejados de los paisajes tropicales que abundaron en otras épocas y que necesitaban de cuidados más intensos. Porque ese, el mantenimiento, es otro de los servicios de ACER, primero durante un año y luego todo lo que el cliente demande.

Jardines en el exterior del restaurante Breathe, en Marbella.

En el estudio trabajan ahora siete personas, entre ingenieros, arquitectos y administrativos, y junto a ellos un nutrido grupo de encargados de obra y jardineros con amplia experiencia en el sector y plenamente identificados con la filosofía y los valores de la casa. Es difícil concretar el gasto necesario para implementar un jardín, aunque una cifra orientativa podría situarse entre los 50 y los 55 euros por metro cuadrado, dependiendo luego de qué tipo de plantas, flores, arbustos o incluso grandes árboles se pretenda incluir. Eso sí, cuando ACER acaba su trabajo, el resultado tiene el look que se supone definitivo, más allá de los seis meses aproximadamente requeridos para asentar las plantaciones y del posterior trabajo de conservación.

Para este futuro marcado por la pandemia, Ignacio Benthem vaticina espacios más saludables y con una mayor integración de la naturaleza salvaje con los jardines particulares. Ya están trabajando en ello.

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