Habanos completa su exclusiva colección 'Trinidad' con tres vitolas nuevas

En la década de los 70, la población del sur de Cuba Santísima Trinidad es declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este pintoresco rincón caribeño constituyó la principal fuente de inspiración para el nacimiento de una de las colecciones de habanos más emblemáticas, Trinidad. Reservada entonces como regalo para los altos cargos políticos, se pone más tarde a disposición del gran público en ediciones limitadas, creando una imagen de marca arraigada en el concepto de boutique y precedida por la alta calidad de su ligada.

Los tres nuevos cigarros cuentan con la ligada tradicional de Trinidad, y el emblemático pig tail de la marca, una particular forma de terminar los habanos al ser torcidos. En las tres destacan los sabores y aromas a almendra, vainilla y melaza. El tradicional cajón Semi Boîte Nature (SBN) barnizado de la marca presenta 12 unidades cada uno.
Ligeramente terrosa, Esmeralda rinde homenaje a una de las calles más conocidas de Trinidad. Su vitola de galera, Dinoras, de cepo 53, es la más larga de las tres, con un cepo de 145 mm. Con notas terrosas y amaderadas, su fortaleza media lo convierte en un cigarro obligado entre los entendidos de los habanos.

La variedad Topes, por su parte, se lanzó como edición limitada en 2016 y se ha permanecido desde entonces como vitola de portafolio habitual. Su éxito se debe a que fue la primera en introducir el cepo 56 en la marca, con una longitud de 125 mm. Con recuerdos a frutos secos, las especias dejan un fondo dulce y postgusto a café y cedro.

Por último, Media Luna, el habano más pequeño de los tres, cuenta con un cepo 50 y una longitud de 115 mm. Su nombre hace referencia a una casa colonial del año 1830 situada en el centro histórico de la ciudad de Trinidad, convertido hoy día en un acogedor hostal. El toque particular de esta variedad lo añade su fondo dulce y puntas especiadas, con elegantes notas de cedro, avellana y toffee.