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Un viaje para el paladar: Mirto, un regalo símbolo de excelencia

Elaborado con uvas cuidadosamente seleccionadas procedentes de ocho pueblos distintos cercanos a Haro, este 100 % Tempranillo fermenta durante 19 meses en barricas de roble francés.

La bodega riojana propone para estas Navidades uno de sus iconos, símbolo de calidad y respeto por las raíces.

El arte del disfrute varía con el paso del tiempo: las costumbres, la forma de relacionarnos en torno a una mesa o los pequeños placeres que degustamos junto a ella cambian de generación en generación. Pero hay cosas que siempre mantienen su esencia; aquellas nacidas de la búsqueda de la calidad y el saber hacer. En unas fiestas en las que por fin volvemos a reunirnos, los pequeños detalles cobran un valor especial. Bien lo sabe Bodegas Ramón Bilbao, que se encarga de ofrecer en cada una de sus referencias un símbolo de excelencia y calidad. 

El origen de esta bodega surge del sueño de su fundador de ofrecer en cada copa, un viaje. Un viaje a lo desconocido, a la mezcla de innovación y artesanía. Nace así, en 1999, uno de sus iconos, Mirto, un vino 100% Tempranillo elaborado exclusivamente con las mejores cepas viejas -de 90 años concretamente- procedentes de ocho pueblos cercanos a su bodega ubicada en la localidad de Haro (La Rioja). Desde entonces lleva este vino siendo protagonista de las mesas y los banquetes más especiales y, en Navidad, se convierte en el mejor regalo para aquellos que buscan nuevas experiencias para el paladar. 

Su fermentación se realiza en pequeños tinos de roble francés a temperatura controlada para alcanzar el máximo nivel de aroma y color. Posteriormente, la fermentación maloláctica se realiza sin trasiegos, sólo con el movimiento de las lías mediante batonageEnvejecido durante 19 meses en barrica nueva de roble francés, esta añada se vio favorecida por las lluvias de septiembre que beneficiaron la evolución de la maduración y por un verano seco con altas temperaturas.

Degustar el corazón de La Rioja

Procedente del entorno de Cuzcurrita, este ejemplar combina granos pequeños y concentrados que aportan color, aroma, sabor y taninos, con una excelente evolución en botella. Este tinto es el resultado de una cosecha excelente, la de 2016, cuya floración comenzó 15 días más tarde de lo habitual. De aspecto limpio, su color rojo rubí resplandece y en su aroma se perciben notas de fruta negra como ciruelas y moras. En nariz, aporta recuerdos de pimienta negra, clavo y toques balsámicos. En boca es untuoso y su final, largo y persistente.

Con una filosofía centrada en dotar a cada ejemplar de una expresión de vitalidad característica de la zona de Rioja Alta, Mirto se define por un estilo elegante, enfocado en la carga frutal de unas uvas no eclipsadas por un exceso de madera. Su carácter único radica en la utilización de ingredientes tradicionales y en una ubicación excepcional para el cultivo de la vid. Mirto ofrece toques contemporáneos, frescos y está dotado de un gran equilibrio. 

Para Bodegas Ramón Bilbao, Mirto marca un punto de inflexión, una época de renovación que revive el espíritu de su fundador, trascendiendo los límites de lo establecido. Y qué mejor momento para dar lugar a las decisiones importantes como la Navidad, cuando el reencuentro con familia y amigos convierte cada día en un motivo de celebración. Reuniones en torno a una mesa en la que cada plato y cada botella tienen un significado. Para el momento de maridaje, tan complejo como subjetivo, desde la casa recomiendan carnes rojas, barbacoas o piezas de caza. También es buen compañero de platos con hongos y trufas, embutidos, guisos especiados y quesos blandos. Y para el postre, la mejor opción es el chocolate negro.

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