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Mar de Frades presenta el proyecto 'Conscious', una apuesta integral por la sostenibilidad

Desde el fomento de la biodiversidad en sus viñedos hasta estrategias de reducción de agua y energía o cambios en el etiquetado, las bodegas gallegas adaptan su filosofía a una nueva forma de trabajo.

La bodega Mar de Frades y sus viñedos se encuentran a pocos kilómetros de la ría de Arousa y del Atlántico, que inspira su característico sabor alino.

Cambiar el mundo empieza por cambiar nosotros. Sobre esta filosofía, Mar de Frades ha puesto en marcha el proyecto Conscious, un ambicioso programa de lucha contra el cambio climático y, por tanto, de conservación del entorno y los viñedos que son la razón de ser de su actividad. No se trata de una mera declaración de intenciones. El proyecto Conscious es real y eficaz, y se sustenta sobre una serie de medidas concretas que afectan a todo el proceso de producción de Mar de Frades: desde el cultivo y recolección de la uva albariño en tierras gallegas al embotellado, etiquetado y transporte.

Desde este año, Mar de Frades forma parte de Wineries For Climate Protection, la primera certificación específica para el sector del vino en materia de sostenibilidad medioambiental, lo que implica no solo una serie de logros ya conseguidos, como un consumo de electricidad 100% renovable, un ahorro de más de la mitad del consumo de agua o una reducción casi a la décima parte de las emisiones de CO2, sino el compromiso para 2023 de seguir reduciendo todos esos parámetros en un 20% e, incluso, de aspirar a la meta de residuos cero mediante su reducción y valorización.

Tras la adaptación de sus bodegas y la forma de trabajar, Mar de Frades tiene el objetivo de trabajar con residuo cero, reducir el consumo de agua o aumentar el uso de energía solar.

La fabricación de una botella de vidrio más ligera o la sustitución de la etiqueta de plástico por una de celulosa son también medidas de este plan, que contempla una nueva forma de relacionarse con el entorno: desde el fomento de la biodiversidad con la construcción de casas-nido para aves, refugios para insectos o la plantación de camelias –llegadas a Galicia en el siglo XVIII–, hasta la utilización de las hileras de los viñedos como pasto para ovejas; pasando por el uso de los restos de uva como compostaje o la observación precisa del cultivo para reducir el uso de fitosanitarios.

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