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Gourmet

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Los mejores restaurantes para disfrutar con el mar de fondo

Un delicioso recorrido por las cocinas más sobresalientes de la geografía española. Estas recomendaciones centran su oferta en el producto, la temporalidad y el terroir marino.

Combinamos en esta lista restaurantes de cocina marina clásica y contemporánea, en una selección que permite degustar el exquisito producto autóctono de las costas españolas.

La Milla. Urbanización Los Verdiales. Marbella, Málaga.

La Milla | Luis Miguel Menor

Un rincón privilegiado de la Costa del Sol ha superado el listón de estratosférico chiringuito de luxe para convertirse en un excepcional restaurante marinero a pie de playa, que supera los principios de estacionalidad para ofrecer la mejor cocina del litoral marino en cada temporada, con una carta de vinos mayúscula (900 referencias, pequeños productores y champagnes de ensueño).

Arzak. Avda. Alcalde José Elosegui, 273. San Sebastián, Gipúzcoa.

Arzak | Juan Mari & Elena Arzak

No es el vecino Cantábrico la única fuente de inspiración del incombustible Juan Mari, que se hizo cargo del restaurante familiar en 1966, y sigue dando guerra. Pero los productos del mar están presentes, tanto en las elaboraciones clásicas de este referente de la alta culinaria española –merluza en salsa verde, pudin de kabrarroka– como en las creaciones de vanguardia que pergeña Elena Arzak con el equipo de I+D comandado por el chef y literato Xabi Gutiérrez.

Miramar. Passeig Marítim s/n. Llançà, Girona.

Miramar | Paco Pérez

Compensando la atención que requieren sus asesorías y negocios fuera de su restaurante principal, Paco Pérez parece cada vez mejor centrado en el principio de identidad de Miramar. La fonda de Llançà dispone de varias fórmulas de disfrute, tanto en la carta diaria –con los sabores más tradicionales del Empordà– como en el menú Memoria, Territorio y Cultura, donde aparecen las inquietudes creativas más recientes de este cocinero de talento.

Zubieta Kalea, 26. San Sebastián, Gipuzcoa.

Amelia | Paulo Airaudo

El chef argentino y viajero que ha puesto patas arriba la restauración donostiarra colocando dos estrellas rojas frente a la playa de la Concha, aborda en su menú un recorrido sin prejuicios por los sabores del mundo, de Asia a Italia para finalizar en el Cantábrico. Hamachi con colinabos y nabos; erizo, gamba roja y guisante lágrima con consomé de cerdo ibérico… Cocina solvente y distinta (y servicio ad hoc) para coronar la belleza de San Sebastián.

Elkano. Herrerieta Kalea, 2. Getaria (Guipúzcoa). Foto: Guía Repsol.

Elkano | Aitor Arregi

Elkano es mucho más que el sencillo asador que dice ser. En la casa que fundó Pedro Arregui en 1964 –y que desde 2014 dirige su hijo Aitor– la técnica parrillera aplicada a los productos del mar tiene categoría de arte supremo y se ha convertido en el referente del mejor rodaballo posible, en un puente entre la tradición, la modernidad y el culto a la materia prima excelsa. Hoy, este templo del buen comer es un lugar de peregrinación para los amantes de lo auténtico.

Aponiente. Francisco Cossi Ochoa, s/n. El Puerto de Sta María, Cádiz.

Aponiente | Ángel León

Angel León es un bullir de ideas, y nada mejor que zambullirse en los menús acaba de estrenar en Aponiente para experimentar con los propios sentidos hasta dónde ha llegado en las posibilidades que ofrece el azul profundo del océano. Lo último que ha explorado es el potencial de los cereales marinos, la riqueza ninguneada de los pescados de descarte y las posibilidades de explotación del estero. Pero siempre irá más lejos. Su molino de mareas es un buque que llama a la aventura. 

Ricardo Sanz. Velázquez, 6. Madrid.

Ricardo Sanz | Ricardo Sanz

El estrepitoso divorcio con el que fuera su socio durante más de 20 años ha querido que el rey del ‘sushi castizo’ extraviara la marca Kabuki, aunque en el reparto de bienes ha podido quedarse con el emblemático local adjunto al hotel Wellington, que ahora lleva su nombre. También el del hotel Double Tree by Hilton Prado y el aeropuerto de Barajas. En todos ellos, Sanz continúa enlazando con buen tino el genio mediterráneo con la ortodoxia nipona.

Sacha. Juan Hurtado de Mendoza, 11. Madrid.

Sacha | Sacha Hormaechea

Lo de Sacha ya va camino de ser leyenda. La entrañable botillería ilustrada que fundaron sus padres en los 70 se ha transformado en lugar de peregrinaje de foodies y gourmets por obra y gracia de ostras escabechadas, tortillas ‘vagas’ y demás platos sencillos y geniales pergeñados por un tipo sensible de paladar audaz al que no le van las modas ni las tonterías. Genial.

Culler de Pau. Reboredo, 73. O Grove, Pontevedra.

Culler de Pau | Javier Olleros

Olleros y su equipo sintonizan con la riqueza del producto –del mar, sí, pero también de tierra adentro– sin esquivar los rasgos propios de un chef que traza pinceladas magistralmente sutiles para aportar equilibrio y profundidad a las presentaciones. Un menú contemporáneo, sano, inspirado, que alimenta no solo el estómago, sino también la curiosidad y el espíritu.

Akelarre. Paseo Padre Orcolaga, 56. Igueldo. San Sebastián, Gipuzcoa.

Akelarre | Pedro Subijana

Los años pasan, pero allá en el monte Igueldo, frente al Cantábrico, el maestro Subijana lleva más de medio siglo oteando el horizonte a la busca de nuevas emociones. Entre creaciones clásicas y nuevas propuestas se percibe el genio de un cocinero inquieto. El marco del restaurante y hotel, Relais & Châteaux, inmejorable, con impagables vistas al mar.

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