Publicado: 09/08/2013 04:00
Fizpilar es una extraña mezcla de alta tecnología y sentido común que ser poco a poco se está introduciendo en las cocinas. Básicamente, es un recipiente cerámico muy poroso que ayuda a la maduración y conservación de los alimentos, gracias a la composición de los materiales elegidos para su fabricación. No retiene el agua, pero mantiene la humedad. No enfría, pero crea una protección térmica sobre nuestros alimentos. Los profanos podemos pensar que es un vasija high-tech con óptimos resultados, como ya demuestra el verlo en las cocinas de reconocidos profesionales de la gastronomía como Rodrigo de la Calle o César Martín.
Miguel Sánchez-Cabezudo es el ideólogo de este recipiente cerámico made in Spain, que no deja de ver distintas aplicaciones y evoluciones sobre el producto base. El pan se mantiene más de un día en un estado óptimo, las frutas y las verduras van madurando de un modo natural...
Un buen ejemplo lo encontramos en esos plátanos que compramos muy verdes para que aguanten unos días, esos tomates 'poco hechos' que pueden ser armas arrojadizas o unas peras de agua, duras como piedras… Pues nada, unos días en el Fizpilar y seguro que tienen un punto mejor para el consumo. Evidentemente no hace milagros, pero los alimentos que se someten al 'tratamiento Fizpilar' sin duda mejoran en sus cualidades.
Se pueden encontrar estos recipientes por 67,50 euros y ya se están preparando modelos para quesos, así como algunos compartimentados para evitar la mezcla de aromas entre productos. La sola visita a la página web merece la pena: es una excelente guía de uso de un recipiente sencillo, pero maravillosamente útil.
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