Quantcast

Gourmet

De la tartera al ‘lunch pot’

Lunch Pot de Cuisine Paradiso.

Sea por la crisis, por la falta de tiempo o porque lo cocinado por uno mismo sabe mejor, las tarteras vuelven a nuestras vidas con fuerza y aires renovados. Para duras jornadas estudiando en la biblioteca, excursiones o como antídoto para ataques de glotonería, la marca Iris ofrece divertidos portabocadillos o sándwiches de alegres colores y diseños. Su interior con recubrimiento térmico mantienen la frescura para que el pan siga crujiente hasta el momento del almuerzo y su diseño exterior nos convertirá en el más envidiado por poco más de 10 euros.

Precios y diseños para todos los gustos y bolsillos en la vuelta de las tarteras.

Llevarse a la oficina una comida de dos platos sin acarrear con incómodos tuppers es posible gracias al Lunch Pot, una reinvención por parte de Cuisine Paradiso de la tradicional tartera en forma de termo con dos módulos apilables que apenas ocupan espacio. Apta para microondas y lavavajillas, hermética, bonita, con compartimento para salsas y tenedor. ¿Qué más se puede pedir? Pues que su precio sea inferior a 20 euros y eso también lo cumple. Sobresaliente.

Y si además de funcionalidad y diseño buscamos dar la nota en la oficina, nada mejor que las bolsas isotérmicas que Cállate la boca ha diseñado para San Ignacio. Hay cuatro diseños, a cual más divertido y colorido (fantasma, huevo frito, visión de rayos X y collage) con los que serás el centro de todos los comentarios durante el almuerzo. Eso sí, ser el protagonista te costará un poco más de 50 euros, pero poner verde de envidia a la chismosa de la oficina bien los vale.

Precios y diseños para todos los gustos y bolsillos en la vuelta de las tarteras. Sólo espero que no vuelva también la moda de que nos robe la comida el matón de la oficina. Gutiérrez, ¡ni lo intentes!

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.