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Estilo

España en glitter mood: Swarovski 'cristaliza' el Toro de Osborne

Francia, Estados Unidos y ahora… España. Swarosvski ELEMENTS ha cristalizado para siempre al icónico Toro de Osborne que diseñara Manolo Prieto en los años 50. ¡Mucho mejor que la crionización! ¡Queremos que nos cristalice Swarovski! Lo acaban de presentar en el Palacio de Linares, sede de la Casa de América, hogar de los fantasmas que en su día investigara Pitita Ridruejo. Allí, en plena plaza de Cibeles, sus brillos y su luz resplandecen en la Milla de Oro de Madrid para dotar a Madrid de ese look chic veraniego durante el mes de julio. Por lo visto es la primera joya tan grande (mide más de 4 metros, que se expone en  España). Todo sea por una buena causa,  la restauración del patrimonio de la Casa de América, para que el Palacio de Linares siga brillando con su arte e historia durante muchos años más.

La escultura de cristal pesa 500 kilos y lleva incrustadas 2.000 piezas de Swarovski. Otto Reisinger, el responsable de la firma en Europa y Asia, dice que han querido convertir a nuestro torito "en una obra de arte moderna y contemporánea". ¡Qué bien, ya somos del club! Michael Jackson tuvo sus guantes y Shakira su guitarra rosa; Armani le diseñó a la Kidman su vestido para el pasado Festival de Cannes y la Westwood lo enseñó en forma de traje de novia en su última pasarela. Versalles está lleno de lámparas de Swarovski en sus salas barrocas… Pero ya no nos dan envidia: todos los españoles tenemos nuestro toro.

'Somos brillantes'

Las dos firmas ha tenido la gran idea de condensar en este símbolo nacional nuestro sentir de hoy: somos brillantes, emanamos luz, todos nos quieren mirar… ¿existe un mensaje más positivo que éste? El sistema funciona: los choricetes nacionales que nada brillan, como Bárcenas y alguno más que poco durará suelto, han sido puestos a buen recaudo en la caja fuerte más segura del mundo (que se conozca). La crisis parece que nos da tregua y se aleja, como tifón maligno que es. Nos toca brillar y así nos lo hacen ver estos cristales. Brillamos y nos ofrecen una visión mucho más positiva de la realidad.  ¡Viva el glitter mood!

Ahora, cuidado. El tifón de la crisis de aleja, pero dejar suelto al toro en mitad de la plaza,rodeado de los amigos de lo ajeno con deseos también de brillar por un momento, tiene sus riesgos. El toro sale a porta gayola, a lucirse en la plaza con la Puerta de Alcalá de fondo, sin pensar en lo que se le puede venir encima: picador, banderilleros y un buen maestro de guante blanco.

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