Celebrar la belleza: Porsche lanza una edición limitada de su mítico Boxster

Dentro del imaginario colectivo, Porsche ocupa uno de esos lugares difíciles de reemplazar. La libertad, la excelencia y el disfrute de la carretera asientan los valores sobre los que se construye la leyenda de esta marca sinónimo de elegancia y deportividad. Eterna, sumergida en una continua reinterpretación de la historia y la vanguardia, Porsche enhebra un estilo de vida que va siempre en busca del sol como único techo del camino en carretera. 90 años después de su nacimiento en la ciudad alemana de Stuttgart, pocas veces la industria del automóvil ha materializado de forma tan bella el placer de conducir como con el modelo Boxster, relanzado ahora para celebrar sus 25 años de vida.

Una edición limitada de 1.250 unidades recorrerá el mundo en un homenaje al concept car original que inició su andadura en 1993, presentado en el Salón del Automóvil de Detroit y que saldría al mercado tres años más tarde. Ahora llega a su cuarta generación con más de 357.000 unidades producidas y consagrando en el Olimpo de los descapotables biplaza este modelo que supuso una nueva dirección en la estrategia de la marca. La celebración de un coche único, tan especial porque supo absorber en sus inicios, a mediados de los noventa, la cultura de la juventud y reflejarla en un automóvil que, 25 años más tarde, continúa la historia de éxitos, tanto para sí mismo como para la compañía. Un ejemplar al que hay que agradecer su atemporalidad y visión de futuro en una industria en la que los modelos vienen y van, inmersos en una sociedad de consumo efímero, esta obra de la ingeniería ha permanecido intacta en su esencia, atendiendo con gran acierto, las exigencias de innovación y últimas tecnologías que demanda un homenaje de estas características.

Despertar los sentidos

La evolución hacia una experiencia de conducción sublime, en la que el tiempo se detiene en cada viaje, es lo que Porsche ofrece con esta edición conmemorativa de su gama roadster. Abre así una nueva frontera en la que la capacidad de transformación ha dado vida a un automóvil que aspira a trascender los límites del tiempo. Inspirado en el modelo GTS, incorpora el motor bóxer de seis cilindros y 4.0 litros, también presente en el 718 Boxster y el 718 Spyder. Con caja de cambios manual de seis marchas y transmisión automática PDK de doble embrague de siete velocidades, acelera de cero a cien en cuatro segundos gracias a su pack Sport Chrono de serie. El equilibrio entre un perfecto comportamiento dinámico y la comodidad de marcha vienen dados por elementos como la suspensión deportiva Porsche Active Suspension Management (PASM), diez milímetros más baja y el Porsche Torque Vectoring, con diferencial autoblocante mecánico.

Su exterior presenta un diseño marcado por el espíritu deportivo en sus robustas líneas y elegante color plata GT metalizado, aunque también se puede encargar en negro Jet o en el clásico blanco Carrara. En consonancia con la estética del modelo original, su interior se reviste de cuero burdeos e integra una capota de lona roja en la que se ha grabado en relieve la inscripción Boxster 25, elemento diferenciador de los modelos anteriores, al igual que la presente en el chasis, elaborada con técnica láser. Como parte del equipamiento de serie, cuenta con el pack interior de aluminio y asientos regulables eléctricamente en 14 posiciones. Integra también un volante deportivo multifunción GT realizado en cuero y calefactado, y el parabrisas, acabado en un discreto negro, permite enfocar la atención en las renovadas líneas de la estructura. Las llantas bicolor de 20 pulgadas y los detalles en color cobrizo Neodyme son otra prueba de la magnífica reinterpretación de los elementos originales del primer Boxster.

Un automóvil privilegiado, que respira historia a través de su escultural silueta y que consigue, de forma impecable, integrar el factor cool a un diseño marcado por sus raíces de competición. Por otros 25 años más.