Cataluña ha sido reconocida como Región Mundial de la Gastronomía 2025, un título que subraya la riqueza y diversidad de su tradición culinaria. Este reconocimiento, otorgado por el Instituto Internacional de la Gastronomía, la Cultura, las Artes y el Turismo (IGCAT), pone en valor la influencia de la cocina catalana a nivel global, así como su compromiso con la sostenibilidad, la innovación y la educación alimentaria.
Para entender qué hace única a la gastronomía catalana, los renombrados chefs Hermanos Torres y el maestro pastelero Oriol Balaguer, ofrecen su visión sobre el legado culinario de Cataluña y el impacto que tendrá este galardón en el futuro de la cocina regional.
Sergio y Javier Torres destacan la profunda raíz histórica de la gastronomía catalana, cuya evolución se remonta a más de 700 años. "Nuestra cocina viene de la época medieval catalana, con una base sólida y una gran riqueza de ingredientes: pescado, legumbres, verduras, hortalizas, ganado, aceite de oliva..." explican los chefs.
Este vasto abanico de productos autóctonos permite una cocina variada y de calidad, que se ha ido perfeccionando a lo largo del tiempo y que, gracias a la labor de grandes cocineros, ha alcanzado reconocimiento internacional.
Uno de los pilares fundamentales en la propuesta culinaria de los Hermanos Torres es la sostenibilidad, un aspecto que consideran clave en la evolución de la gastronomía. "Desde el inicio de nuestro proyecto nos enfocamos en el ahorro energético, eliminamos el papel y los detergentes convencionales, apostando por sistemas como la limpieza con ozono. Además, trabajamos activamente en el reciclaje y en reducir nuestro impacto ambiental", explican.
Esta visión va en línea con la estrategia de Cataluña como Región Mundial de la Gastronomía, que busca promover un modelo de alimentación más responsable y sostenible, beneficiando tanto al planeta como a los profesionales del sector.
Atracción de nuevos talentos: un año clave para la cocina catalana
La distinción otorgada a Cataluña representa una oportunidad única para dar a conocer la riqueza gastronómica de la región a nivel internacional. Los Hermanos Torres están convencidos de que este reconocimiento atraerá a una nueva generación de chefs interesados en explorar la tradición catalana.
"2025 es el año para aprovechar este impulso y mostrar al mundo lo que tenemos. Es una oportunidad especial para que todos nos lo creamos y hagamos un esfuerzo por demostrar nuestra identidad culinaria", afirman.
El programa "Cataluña Región Mundial de la Gastronomía 2025" incluirá diversas acciones destinadas a promocionar su cocina, como:
- "12 meses, 12 paisajes gastronómicos", para mostrar la diversidad territorial a través de sus platos más representativos.
- "12 meses, 12 Denominaciones de Origen", destacando los vinos catalanes.
- "Catalan Food" y "Som Gastronomía Tours", con acciones internacionales para difundir la cocina catalana en otros países.
- Rutas experienciales, como el Grand Tour de Cataluña, el Espai Vi en Falset o el camino del aceite en Collbató.
La pastelería catalana, un referente internacional
Cataluña también brilla en el mundo de la pastelería, y Oriol Balaguer, reconocido maestro pastelero, lo confirma. "Históricamente, nuestra región ha tenido grandes profesionales que han posicionado la pastelería catalana a un alto nivel. Hoy en día, seguimos destacando en pastelería, chocolatería, heladería y postres de restaurante, sin olvidar la repostería tradicional".
El experto enfatiza la importancia de comunicar mejor este legado, asegurando que la pastelería catalana continúe ganando reconocimiento internacional.
Cuando se le pregunta a Balaguer por un dulce catalán que merezca mayor difusión en el extranjero, su respuesta es clara: "El pan, aceite y chocolate, un clásico de nuestra infancia". Sin embargo, destaca otros grandes iconos de la gastronomía dulce catalana como son la crema catalana: "El postre más internacional de nuestra región, una base de crema perfumada con limón y un toque de canela, caramelizada para darle ese crujiente característico"; los calçots: "Por su manera de cultivarlos y el ritual que rodea su degustación, en reuniones con amigos y familiares"; y el pan con tomate: "Símbolo de identidad de Cataluña y representación de la sencillez convertida en excelencia".
Con el reconocimiento como Región Mundial de la Gastronomía, Cataluña refuerza su posición como destino gastronómico de primer nivel. Gracias a su rica tradición, la creatividad de sus chefs y su apuesta por la sostenibilidad, la cocina catalana está lista para conquistar aún más paladares en el mundo.
"Este es un momento histórico para la gastronomía catalana. Ahora nos toca aprovecharlo, comunicarlo y demostrar por qué nuestra cocina es un referente internacional", concluyen los Hermanos Torres y Oriol Balaguer.