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Siete sesiones de electrónica para animar la cuarentena

La música electrónica no termina de cobrar el protagonismo que merece en los medios. A pesar de su escasa visibilidad, es una escena dominante desde los dosmiles que tiene todo para seguir creciendo en la actual década. Estas siete sesiones pueden funcionar para animar el salón de casa en la primavera más mustia de nuestras vidas. 'Rave', perreo y pop para todos.

1. “Mondo Podcast #003” (Óscar Mulero)

La primera noción para entender la aportación del legendario Mulero es la que dice que “el techno nunca pasa de moda porque nunca estuvo de moda”. Hablamos de un género creado a finales de los años ochenta, aprovechando los almacenes vacíos de la desindustrializada Detroit, eque mantiene vivo el pulso  treinta años después gracias a gigantes como Dave Clarke, Robert Hood, Surgeon, Jeff Mills y nuestro DJ más duro y admirado. Amante también del rock más oscuro, Mulero supo desde el principio crear un estilo propio: intenso, crudo e intimidante, sin ninguna concesión al exhibicionismo. Esta sesión para el club madrileño Mondo resume todas sus virtudes y explica su capacidad para sobrevivir a cualquier tendencia posible. ¿Quién se acuerda hoy del pirotécnico EDM?

2. “In case we never get to rave again” (Bore Lord)

Sin duda, uno de los mejores títulos de la temporada: “En caso de que no volvamos a salir de fiesta nunca más”. ¿Responsable? Bore Lord, una DJ trans californiana que combina ritmos de electrónica dura con sensibilidad pop. La sensación que transmite es claramente clubera, pero a los dos minutos ya está atronando “Can’t Get You Out Of My Head” (Kylie Minogue), luego aparece un mash-up de “I Love It (I Don’t Care)” (Icona Pop) y más tarde deconstruye "White Flag" (Dido) y “Smells Like Teen Spirit” (Nirvana). Sentido del humor no falta: “Borelord” significa en jerga estadounidense “alguien que opina que su vida es tremendamente interesante, a pesar de abrumadora evidencia de lo contrario”. ¿Autodefinición de su estilo? “Un híbrido bailable de temas melódicos clásicos de la era ‘rave’ y con la música electrónica más actual. Digamos que es lo que sonaría en la discoteca de una película cyberpunk de los años noventa cuya acción transcurriese en 2069”. Tal cual.

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3. “Elite Mixtape” (Mark Luva)

Una de las mayores sorpresas de acercarse a ver a La Zowi, reina del trapeo español, fue disfrutar del set inicial de Mark Luva, una tormenta de ritmos rotos que llevan la fiesta al extremo (volará la cabeza a seguidores de DJs de culto tipo Evian Christ). Por eso es recomendable escuchar la 'mixtape' relacionada con el álbum Élite, un gangbang sonoro donde coinciden el metal terminal de los clásicos Napalm Death, el dancehall brutote del jamaicano de Vybz Cartel y la sofisticación electrónica de Autechre. Por supuesto, también encontraremos grandes dosis de perreo narcótico, dominado por las ráfagas de percusión y la lujuria macarra. Viente minutos sin respiro. No se lo pierdan: estamos ante un DJ mayúsculo.

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4. “Streaming From Isolation #8” (Four Tet)

Kieran Hebden es uno de los artistas electrónicos con más clase del siglo XXI. Domina tanto el registro lírico (escuchen Rounds, su álbum clásico) como los himnos para poner lunes patas arriba a las cuatro de la madrugada (el tema “Plastic People” confirma su talento para alcanzar máxima expresividad como mínimos ingredientes). Por algo fue capaz de enamorar simultáneamente a Radiohead, a veteranos del free jazz y a los programadores de los festivales más exigentes de Europa y Estados Unidos. Esta vez nos ofrece una sesión clubera desde casa, donde despliega su olfato para la electrónica fina y nos pide que donemos a los bancos de alimentos, institución solidaria imprescindible para amortiguar esta crisis sanitaria a las capas más vulnerables. ¿Algún DJ español se apunta a copiarle?

5.“Madradio Show” (Don Alirio)

Carlos Mario Mojica era administrador en una empresa de ingeniería, pero su pasión por la música terminó con sus días corporativos. Barranquillero residente en Medellín, creció enganchado a la cultura picotera ('soundsystems' colombianos), que conoce como pocas personas en el mundo. Está radiante sesión comienza con el artista explicando cómo Johnny Pacheco llega a Dakar en 1964 y contagia al continente la fiebre de la salsa (incluso llegó a grabar con la banda del ejército nigeriano). El erudito Don Alirio tenía preparada una gira primaveral por Europa, que fue suspendida como tantas por la crisis sanitaria. Esta sesión parece una buena manera de aguantar hasta podamos disfrutarle en vivo.

6. “Cocinando con la Nina” (Ms Nina)

La declaración de intenciones suena en el primer minuto: "Papá, nunca dejaré de perrear. Para esto nací". Ms. Nina, una artista argentina afincada en España, se ha hecho un sitio en la escena gracias a su hedonismo mlitante. Estos cuarenta y cinco minutos reivindican de la energía del reguetón de la vieja escuela, sin olvidar nuevos ídolos como Bad Bunny, la contagiosa cumbia villera de Plan B o pepinazos románticos como el "Oye Mujer" de Cumbias Poblanas. Destaca el rodillo rítmico, que lo mismo cabalga sobre "Get Ut Freak On" (Missy Eliott) que sobre "Murder She Wrote" ( que hicieron famosa Chaka Demus & Pliers) o se apropia del "Dile" de Don Omar. No esperen por aquí los pensamientos torturados tan típicos del trap: "Esta 'playlist' es para mover la chapa, cocinar, perrear, hacer el amor ya tú sabes miauuuuuuuuuuu", aclara. Pasado el ecuador, también hay un rato para recordar "Papichulo", himno inmortal de Lorna, primera estrella femenina del perreo. La cosa cumple con creces.

7. “United At Home” (David Guetta)

Hablemos claro: el superventas David Guetta es un DJ con tantos defensores como detractores. Su ascenso a la fama se explica por su habilidad para traducir la liturgia de la estrella de rock a los clubes y por haber dado con un sonido -mezcla de pop, disco y house-que dominó las listas de ventas estadounidenses un par de años. Dicho esto, nadie puede negar su olfato para el márketing, confirmado por su sesión benéfica United At Home en el complejo Icon de Miami. La música avanza en una atmósfera futurista-distópica, digna de novela de J.G. Ballard , donde la estrella pincha con guantes, enfundado en una camiseta con la leyenda “Future Rave” ante enormes edificios donde de vez en cuando asoman algunas caritas. La sesión se basó en su propio material, salpicado con exitazos de Daft Punk, Eminem y Madonna. El objetivo era recaudar 150.000 dólares y cerraron con 700.000. ¿La cara oscura de esta sesión? Atrajo a muchos habitantes de Miami al complejo, desafiando las normas de distanciamiento social contra el coronavirus.

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