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Los filósofos de Hitler: los pensadores antes y después del Holocausto

Adolf Hitler, líder del nazismo.

El tema es espinoso y se han escrito no pocos libros al respecto. Cuál fue el papel de determinados pensadores y filósofos en el nazismo. Ya en 1953, Habermas escribió Heidegger contra Heidegger, un texto donde reprochaba al filósofo –entonces su profesor– haber negado su corresponsabilidad en el ascenso de Hitler. El tiempo transcurre y las preguntas parecen seguir siendo las mismas.

Así lo demuestra la profesora de la Universidad de Oxford, Yvonne Sherratt, en el libro Los filósofos de Hitler, publicado originalmente por Yale University Press y que ahora llega a España editado por Cátedra. El libro hace un repaso por los pensadores alrededor del nazismo antes, durante y después del Holocausto. Se incluyen las influencias involuntarias, los colaboradores y los adversarios. "Los filósofos eran celebridades. Lo que ellos hicieron, cómo actuaron y qué ideas promocionaron, ha ejercido una poderosa influencia en la imaginación alemana”, escribe Sherratt.

Es de sobra conocida la adoración que Hitler profesó por Nietzsche y también que simpatizó con las interpretaciones de Darwin favorables a su causa. Encontró hebras de antisemitismo y utilizó la idea de la raza, la fuerza y la guerra para legitimar su proyecto. Así lo asegura la autora: "Hitler tuvo el sueño de gobernar el mundo, no sólo por la fuerza, también con sus ideas. Se veía a sí mismo como un filósofo líder y sorprendentemente ganó el apoyo de muchos intelectuales de su tiempo".

En este libro Yvonne Sherratt explora no sólo la relación de Hitler con los filósofos sino que escarba en la crueldad, la ambición, la violencia y traición que brotó ahí donde menos se esperaba, "en el corazón de la torre de marfil de Alemania". ¿Por qué tuvo la colaboración de filósofos como Schmitt, redactor de la constitución legal de los nazis, o del mismo Heidegger?

¿Por qué tuvo la colaboración de filósofos como Schmitt, redactor de la constitución legal de los nazis, o del mismo Heidegger?

Sherratt plantea varias hipótesis. Probablemente vieron allí la oportunidad de ascenso dentro de las universidades alemanas. Pero, ¿cuáles fueron sus historias y por qué se adhirieron al racismo y a la guerra? Para responder a estas preguntas, la autora bucea en distintos archivos y consigue incluso pruebas que demuestran cómo, en la década de 1920, Hitler echa mano de pensadores nobles del pasado, incluyendo Kant, Nietzsche y Darwin, para la formación de su corpus de lectura.

En Los filósofos de Hitler, Yvonne Sherratt revela cómo los pensadores de la década de 1930 fueron entusiastas colaboradores del régimen nazi y se prestaron para aportarle un manto de respeto: desde Martin Heidegger o Carl Schmitt hasta opositores como Kurt Huber, junto a muchos otros perseguidos o asesinados, como fue el caso de Theodor Adorno y Hannah Arendt, quienes se vieron obligados a huir como refugiados. El libro relata sus destinos, que se dispersaron por todo el mundo. Concluye con los juicios de Nuremberg, examinando si algunos filósofos fueron enjuiciados y si las universidades alemanas fueron purgadas de nazis después de 1945.

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