Publicado: 13/09/2016 01:00
Actualizado: 26/04/2022 19:09
El origen de la fiesta musulmana por excelencia que se celebra estos días, el Eid al Adha (literalmente Celebración del Sacrificio), no es un mero banquete familiar. Todo gira entorno a una muerte. La fiesta se perpetúa para recordar cómo Abraham estuvo dispuesto a sacrificar y matar a su hijo Isaac por amor a Dios —que puso con ello a prueba su fe—. Justo cuando Abraham estaba a punto de hacer el sacrificio de su hijo, el ángel Gabriel le dijo que matara un cordero en su lugar (menos mal).
Parte de esa carne sacrificada en el rito ancestral se dona a los pobres. El sacrificio simboliza la obediencia a Allah y la donación es una expresión de generosidad, uno de los cinco pilares indiscutibles del Islam.
Sacrificio del cordero de una familia de Melilla. Fuente: El Telegrama de Melilla
Pero es el acto del sacrificio animal, el rito del matarife, lo que es sagrado y el centro de esta fiesta sangrienta y como tal tiene una rigurosa normativa interna más cerca del protocolo divino y la rancia tradición que del respeto por los animales. Y esto no siempre es legal.
El cabeza de familia suele ser el encargado de degollar a cuchillo al animal hasta que se desangre. Algunas veces transcurren casi dos minutos hasta que el animal pierde el sentido. Un animal que tiene que estar sano, tener la edad adecuada, estar tumbado sobre su lado izquierdo y mirando a la Meca. Muchas familias pobres gastan todos sus ahorros anuales en poder comprar su cordero.
Las leyes sagradas son muy claras:
“Si un animal comprado para Aid al-Adha da a luz antes de ser sacrificado, el animal recién nacido debe también ser sacrificado”
El animal tiene que estar vivo y con buena apariencia exterior antes de su muerte, por eso el aturdimiento (con sedación o máscara disipadora) está mal visto y es incompatible con sus creencias. Aunque cada vez hay más Imams que consideran la sedación aceptable hay un problema añadido, la sedación cuesta dinero y encarece el ritual y la carne provocando un rechazo generalizado.
El resto de la familia tradicional (incluido niños) suele estar mirando el sacrificio y la sangría provocada a cuchillo. Es importante que se aprecie el sufrimiento para rememorar la valentía de Abraham. Es parte del juego religioso.
(AVISO: EL siguiente vídeo de Igualdad Animal puede herir su sensibilidad)
¿Es compatible esta tradición con los principios cívicos y éticos de una sociedad moderna?
El principal problema es el embrollo legal. El sacrificio sin aturdimientos de los animales no está permitido en la UE. Pero hay excepciones por motivos religiosos. ¿Tiene sentido establecer excepciones según el animal pertenezca a uno u otro colectivo?
En España, por ejemplo, se multa hasta con 100.000€ matar un cerdo sin aturdir. Pero hay 'singularidad' si se mata degollando a un cordero por motivos religiosos o a espadazos un toro en el ruedo.
El segundo problema es más ético: convertir la muerte de estos en un valor, en una enseñanza para niños y mayores más allá de la mera alimentación. Matar un animal en nombre de Dios para conmemorar una leyenda, elevar a la categoría de rito el acto del sacrificio o matanza nos acerca más a las cavernas que al siglo XXI. Ya sea en el sacrificio del cordero, en el tiro al pichón o en una plaza de toros.
Melilla. Jonás Amadeo Lucas para Igualdad Animal
En muchos países no es legal de ninguna forma. En Bélgica están prohibidos desde 2015 los mataderos temporales que sacrifican a los animales sin aturdimiento previo, incluso por motivos religiosos. La medida provocó grandes manifestaciones islámicas en su día reivindicando el derecho a ejercer su libertad religiosa.
En España está prohibido matar a una vaca o cerdo sin aturdimiento, pero puedes rebanarle el pescuezo a una cabra por motivos religiosos. Pero...¿tendría sentido prohibir el sacrificio sin aturdimiento de corderos en el Aid al-Adha mientras permites machacar con banderillas, estoque y puntilla a un toro durante 20 minutos en una plaza?
También es falso que los partidos y organizaciones en defensa de los animales no hayan hecho campaña y recordado al gobierno el obligado cumplimiento de esta normativa europea. PACMA e Igualdad animal llevan años denunciándolo.
La religión no es excusa para maltratar animales. Exigimos ilegalización del rito halal https://t.co/RAFfzW8iGJ pic.twitter.com/OIxsRYfZj8
— PACMA (@PartidoPACMA) September 12, 2016
A pesar de ello muchos ayuntamientos (en Ceuta y Melilla) se empeñan en proporcionar las herramientas necesarias para adherirse a la normativa vigente, abriendo mataderos e instalaciones para facilitar recursos a la comunidad islámica y recordando la Ley vigente para este tipo de sacrificios. Todo ello para intentar hacer más moderna y cívica una fiesta que ya pertenece al calendario oficial de Melilla desde 2010.
Pero gran cantidad de familias prefieren convertir esta fiesta en un rito privado y organizan las matanzas sin ningún control sanitario ni metodológico. La sangre derramada por el animal supone una llamada a la suerte para los hogares, por eso no van a los mataderos. Contra eso es imposible luchar razonablemente. En España hay miles de aldeas y casas donde se también organiza la matanza tradicional del cerdo. La imposición de la pistola aturdidora de bala cautiva (bajo multa en caso contrario) ha sido un ejercicio natural de modernización que no parece vaya a implantarse en el rito islámico.
En 2011 Igualdad Animal se coló en los sacrificios callejeros de la Ciudad Autónoma de Melilla, demostrando la dejadez administrativa en el cumpliminto de la más mínima normativa higiénico sanitaria.
La prueba de que el gobierno solo cumple las directrices europeas cuando no muestran incoherencias con la Fiesta Nacional es que este mismo año ha impedido la importación de miles de corderos desde Marruecos a Melilla por temor a la propagación de la fiebre aftosa.
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