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Videoclips, erotismo, sexo y controversia

Shakira y Rihanna protagonizan el vídeo de la canción Can´t Remember to Forget You.

El sexo, el erotismo y su ‘sacrílega’ relación con la religión han servido de excusa para la censura de numerosos videoclips. Especialmente, cuando el sexo es explícito o alude de manera irreverente a motivos religiosos. Así sucedió con el vídeo musical Like a Prayer, de Madonna, cuyo álbum homónimo acaba de cumplir 25 años. La pieza, que está cargada de erotismo, recibió numerosas críticas por parte de algunos grupos religiosos estadounidenses.


Lo mismo le ha sucedido a David Bowie con su reciente videoclip The Next Day (2013) en el que los actores Marion Cotillard y Gary Oldman encarnan a una prostituta y un sacerdote unidos por el deseo sexual. El vídeo fue censurado durante unas horas por considerarlo irreverente.


Pero la controversia no ha estado aparejada únicamente a la religión. El sexo explícito, las insinuaciones lésbicas e incluso las relaciones sadomasoquistas siguen teniendo un hueco en el videoclip y continúan generando críticas. Madonna abrió la veda en este sentido, en 1992, con Erótica, un videoclip muy subido de tono con escenas lésbicas y sado, pero cuidando al máximo la estética.


Y el legado continúa. El pasado mes de enero, asistimos a la presentación del sugerente vídeo protagonizado por Rihanna y Shakira Can’t Remember to Forget You, en el que las dos divas se contonean y se acarician ligeritas de ropa para alegría de sus seguidores. No hay duda de que el erotismo vende, pues el videoclip se ha colocado en las primeras posiciones de lo más visto en la Red.


En muchas ocasiones, los realizadores han recurrido a reclamos publicitarios para incrementar el grado de seducción. Es el caso de Kate Moss que exhibió su bella anatomía mientras se contoneaba al ritmo de Pool Dance, a las órdenes de la directora Sofia Coppola para el videoclip de la canción I Just Don´t Know What to Do with Myself, de  The White Stripes.

La sensualidad, el erotismo y la seducción siguen siendo, sin duda, a día de hoy, las herramientas clave para promocionar a los artistas.

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