Yolanda Díaz tira de sondeos para venderse 'ganadora' del choque entre Podemos y el PSOE

Tres no se pelean si uno no quiere. Mientras el PSOE y Podemos salieron este martes ensangrentados del Congreso, donde los socialistas se impusieron a los morados y lograron la mayoría para encauzar la contrarreforma de la ley del 'solo sí es sí', Yolanda Díaz emergió una vez más como 'madrina' de la coalición: "Nunca debimos llegar hasta aquí. Eso es lo que tengo que decir", se limitó a decir en los pasillos de la Cámara Baja minutos antes de la votación. Con un tono impostado, la líder de Unidas Podemos, marcó de nuevo distancias con los socios de Moncloa. Una vez más se puso de perfil. Y ese, según fuentes próximas a ella, es la clave de su éxito. Al menos, en las encuestas, a las que refieren en su entorno para venderla como auténtica ganadora del choque.

Lo cierto es que esta semana arrancó con varios sondeos que, en plena crisis del 'sí es sí', constataron una caída del PSOE y un repunte de Unidas Podemos. "Los datos de ayer del Gobierno en su conjunto y de Pedro Sánchez [son elocuentes]". Y eso, zanjan quienes conocen a la titular de Trabajo, son los hechos que permiten calibrar que la estrategia de Yolanda Díaz es la adecuada. "A ella no la está tocando nada", explican. El objetivo del rostro visible de Sumar es no quemarse y ofrecerse ante los españoles como política dialogante, alejada del ruido.

Por eso, ella mismo evitó contribuir a él cuando se le preguntó por el debate en el que socialistas y morados evidenciaron que la coalición está rota por el feminismo precisamente el 8-M. Díaz acudió al Congreso a votar y antes se reunió en privado con Irene Montero y Enrique Santiago tras reconocer que no había podido seguir las intervenciones porque estaba en una reunión para desencallar el Estatuto del Becario que, no obstante, no estaba en su agenda oficial.

Para más inri, Yolanda Díaz se ausentara este miércoles 8-M de la manifestación feminista que recorrerá el centro de Madrid, ya que es el cumpleaños de su hija. Aunque por la mañana clausurará a las 11.00 un acto organizado por el Instituto Cervantes. El razonamiento del equipo de Sumar es que ella solo puede sacar partido de la pelea entre PSOE y Podemos porque no está protagonizándola. Aunque en Ferraz han intentado ir con cuidado, ya que saben que los morados pueden revolverse contra Díaz.

Díaz, pilar para optimizar la coalición en las elecciones

Precisamente, como ya contó este diario, en el PSOE rehusarán forzar, al menos de momento, la dimisión de Irene Montero. El núcleo duro de Pedro Sánchez sabe que su socio en Moncloa es una bomba de relojería. Y una detonación destrozaría las opciones del presidente del Gobierno de seguir a los mandos del país, porque quien más sufriría las consecuencias sería Yolanda Díaz, el pilar en el que se apoya el presidente para optimizar el rendimiento electoral de la coalición. En Ferraz no van a darle el gusto a los morados para que torpedeen a la vicepresidenta segunda.

"Yolanda Díaz está en lo que tiene que estar. Tiene que llegar a un acuerdo con los suyos [para las elecciones] y lo tiene que hacer cuanto antes. Por eso, no necesita incendios. Y presionar para conseguir la cabeza de Irene Montero solo crearía problemas a quien menos necesitamos que los tenga", sintetiza a este diario una alta fuente socialista con asiento en el consejo de ministros. El PSOE necesita que a la ministra de Trabajo le vaya bien.

Por el momento, parece que Yolanda Díaz está sabiendo dar con la tecla de cara a la conformación de Sumar, donde se integrarán hasta una quincena de fuerzas políticas. En Podemos reconocen avances con ella sobre la fusión de marras, aunque en el equipo de Díaz ha sentado muy mal el órdago de Pablo Iglesias. El exvicepresidente y exlíder morado pidió primarias de todos los grupos para aprovechar la fuerza orgánica de Podemos y copar las listas de Sumar con los suyos. Eso se interpretó en el entorno de Díaz como una afrenta, pero por el momento no están por la labor de darse por aludidos. Ya llegará el momento de cruzar el Rubicón.