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Yolanda Díaz se revuelve contra Calviño por aceptar “unilateralmente” el plan alemán de recorte de deuda

La ministra de Economía, Nadia Calviño, acepta el plan alemán, que contempla que todos los países de la UE rebajen su pasivo en un promedio de 1% del PIB cada año

Yolanda Díaz se revuelve contra Calviño por aceptar “unilateralmente” el plan alemán de recorte de deuda
La vicepresidenta segundal, Yolanda Díaz, la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño. Eduardo Parra/Europa Press

Nuevo choque entre las vicepresidentas económicas del Gobierno. Al equipo de Yolanda Díaz no le ha gustado nada enterarse por la prensa de que la ministra de Economía, Nadia Calviño, está dispuesta a aceptar de forma “unilateral” el plan alemán de recorte de deuda entre los países de la Unión Europea. Y no es sólo por la forma. También por el fondo. Sumar no comparte la propuesta de Calviño, según ha sabido Vozpópuli de fuentes próximas a la ministra de Trabajo.

Dicho plan es imprescindible para cerrar un acuerdo sobre las reglas fiscales de la UE. Hay recortes a la vuelta de la esquina en un nuevo pacto de estabilidad y crecimiento que debe estar listo en 2024 después de cuatro años suspendido por la pandemia, la invasión rusa de Ucrania y el festín de los fondos europeos.

La negociación en Bruselas anticipa un nuevo choque en la coalición. El País ha publicado esta semana que Calviño está dispuesta a aceptar la propuesta alemana, que contempla que todos los países de la UE rebajen su pasivo en un promedio de un punto del PIB cada año a cambio de hacerlo en varios ejercicios.

Según el borrador, los países estarían obligados a bajar ese 1% cada año si tienen la deuda por encima del 90% (que es el caso, entre otros, de España, que se sitúa en el 112,4%) y del 0,5% si la deuda supera el 60%.

Yolanda Díaz contra Calviño

Fuentes de la vicepresidencia segunda reniegan de este plan. Y sostienen que va en contra de todo lo que ha negociado España en el último año para las nuevas reglas fiscales de la UE. Según estas fuentes, la propuesta que defendía el Gobierno, al menos hasta ahora, era que esa reducción de deuda fuera asimétrica y que se decidiera país a país atendiendo a las circunstancias particulares de cada economía.

“No es lo mismo España que Alemania”, dicen estas fuentes. “Es muy grave encontrarnos ahora en la prensa que se acepta el borrador alemán sin más. No entendemos los motivos”.

La reunión de los ministros de economía y finanzas (Ecofin) de este viernes tiene previsto cerrar una propuesta para enviar a la Comisión y el Parlamento.

Los ministros de Sumar dicen que esperan conocer en detalle el plan de Calviño antes de dar la batalla en el Consejo de Ministros. Pero consideran que esta reducción uniforme de Alemania tiene muchos detractores, y no solo en el seno de la coalición sino en el propio Parlamento europeo.

Tampoco entienden los motivos de este giro de 180 grados de Calviño. Y si atiende o no, por ejemplo, a la candidatura de Calviño a liderar el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para el que ya tiene los apoyos necesarios. Su victoria se hará pública en el Ecofin.

Guerra por los subsidios de desempleo

La negociación de los ajustes que deberá realizar España en los próximos años es el segundo gran choque entre Díaz y Calviño en menos de un mes. Las vicepresidentas se han enfrentado abiertamente por la reforma del subsidio de desempleo, que es imprescindible para que el Gobierno pueda recibir el cuarto desembolso de fondos europeos.

El Ministerio de Trabajo acusa a Calviño de querer potenciar los trabajos basura con el nuevo subsidio por motivos ideológicos ligados a la derecha.

El subsidio por desempleo se sitúa actualmente de 480 euros mensuales, el equivalente al 80% del Iprem. El Ministerio de Economía de Calviño propone rebajar la duración del subsidio de 30 a 12 meses y reducir también su cuantía progresivamente, hasta una media de 442 euros a lo largo del único año en el que se percibiría.

Trabajo, por su parte, quiere que el subsidio por desempleo eleve su cuantía a 660 euros durante los primeros seis meses de percepción (110% del Iprem) y a 540 euros mensuales en los seis meses siguientes (90% del Iprem) para después recuperar el 80% del Iprem, 480 euros hasta su extinción, que se mantiene en un tope de 30 meses.

Díaz confía en que la salida de Calviño al BEI facilite la victoria de su proyecto. En el caso del ajuste fiscal, tiene más difícil que Economía cambie ahora su alineamiento con la propuesta de Alemania.

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