Publicado: 03/11/2019 05:15
Las autoridades policiales belgas trasladaron a sus colegas españoles datos sobre una decena de teléfonos móviles en el marco de la investigación sobre los atentados de Barcelona y Cambrils. Estas pesquisas lograron identificar a sus titulares -incluso interrogar como testigos a algunos de ellos-. Había desde familiares o personas de la confianza de los yihadistas de Ripoll a elementos vinculadas con algunas de las acciones terroristas más cruentas del Estado Islámico en Europa.
El nombre más inquietante de los que ha aportado Bélgica en este proceso es el de una mujer llamada Hajar Abrini, de 24 años de edad. Uno de los teléfonos objeto de interés en el caso (32487785208) estaba a su nombre. Los investigadores dicen de ella en sus informes que es “una persona conocida por blanqueo, actitudes relacionadas con radicalismo violento, infracciones asociadas a un grupo terrorista”.
Mohamed Abrini
Es la prima de Mohamed Abrini, uno de los autores del atentado en el aeropuerto de Bruselas cometido por Estado Islámico e implicado también en los atentado de París de noviembre de 2015. Por ello el juez solicitó a las autoridades belgas “los datos personales de Hajar Abrini, así como su relación con Mohamed Abrini, detenido por su participación en los atentados del 22 de marzo de 2016 en Bruselas”.
Fue conocido como el yihadista del sombrero porque en las imágenes de las cámaras de seguridad del aeropuerto se le veía paseando con un carrito y un sombrero. “El acceso a estos datos permitiría obtener más elementos de valoración de cara a poder determinar si esta persona o su entorno podría tener algún papel en la preparación de los atentados de Barcelona y Cambrils”, argumentó el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama en su solicitud.
Los terroristas que perpetraron los atentados en los alrededores en París tenían como coordinador al belga Abdelhamid Abaaoud, integrado en las estructuras de Daesh y con influencia también sobre los terroristas que actuaron en Bruselas. El propio Abrini dijo de él en sus declaraciones a la policía belga que “tenía a unas mil personas bajo sus órdenes, principalmente belgas y franceses".
Según los medios de comunicación franceses y belgas, su prima Hajar Abrini fue detenida en Grecia en agosto de 2017, el mismo mes que los atentados de la Rambla. La interceptaron en Turquía cuando trataba de llegar a Siria. Según estas informaciones periodísticas, había partido desde Barcelona.
Fuentes de la lucha antiterrorista informan a Vozpópuli que teléfonos como el de Hajar se detectaron primero en la investigación abierta en España a través del estudio de los tráficos telefónicos de las líneas de los investigados. En el marco de la colaboración entre fuerzas policiales, se solicitó información a Bélgica vía Comisión Rogatoria Internacional (CRI) o a través de una orden Europea de Investigación (OEI).
A raíz de ese intercambio, la Audiencia Nacional solicitó en febrero una batería de información en un auto al que ha tenido acceso este periódico. Fue una OEI a instancia de los Mossos d'Esquadra. El objetivo de los investigadores de Policía, Guardia Civil y Mossos d’Esquadra es esclarecer la posible participación de nuevos actores en la planificación del atentado y reconstruir los pasos de la célula de Ripoll en sus viajes por Europa.
Las fuentes consultadas indican que el país belga ya ha contestado a la mayoría de las cuestiones planteadas sin que, al menos de momento, la información aportada haya permitido grandes novedades. No obstante -y pese a que los pocos miembros de la célula que siguen con vida ya se encuentran procesados- la investigación sobre los atentados sigue activa más de dos años después.
Abdelkrim Aaaisi
Otro de los nombres facilitados por Bélgica es el de Abdelkarim Aaaissi. Tenían datos de su línea (32484682263) entre el 1 de marzo de 2017 y el 22 de agosto de 2017, es decir, desde seis meses antes de los atentados de Barcelona y Cambrils hasta dos días después de la matanza. Esos datos consisten principalmente en el tráfico de llamadas y posicionamientos (no conversaciones) que quedan registradas en las compañías telefónicas con arreglo a la normativa sobre conservación de datos vigente en Bélgica.
Los investigadores, en concreto los Mossos d’Esquadra, estaban interesados en conocer esa información para investigar la relación entre esta persona y el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty. “Los datos telefónicos del número permitirían conocer los contactos de Abdelkarim Aaissi con el resto de investigados, así como diversos datos, y contextualizarlos dentro del proceso de preparación de los atentados de Barcelona y Cambrils”, según el escrito del Juzgado de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional.
La policía belga informó además de que era “un contacto” del imán fallecido en la explosión de Alcanar y que ya le habían tomado declaración por lo que el juez también pidió que se le remitiese su testimonio. El nombre de Aaissi aparece en un informe de la Guardia Civil que obra en el sumario de la investigación. Según sostiene el Instituto Armado, era la persona de “mayor confianza” del imán durante su estancia en Bélgica.
Es Satty, considerado el cabecilla de la célula de los atentados de Barcelona y Cambrils, residió en la localidad de Diegem -a las afueras de Bruselas- entre octubre de 2015 y abril de 2016. Ejercía como imán de una mezquita local. En marzo del año 2017 viajó de nuevo a ese país para una estancia de dos días. Para esos viajes y la gestión del alojamiento contaba con la colaboración de Aaissi.
Esta persona tiene familiares residiendo en España, concretamente en Ripoll. La Guardia Civil interrogó al menos a tres de ellos. Afirmaron haberle prestado alojamiento en España en el verano de 2016 y en mayo de 2017, apenas tres meses de los atentados. No obstante, afirmaron desconocer cualquier plan yihadista.
Hicham Kaichouh
Otro de los teléfonos sobre los que Bélgica aportó datos es una línea fija a nombre de Hicham Kaichouh (3227515936) a quien también llegaron a tomar declaración. Fue el encargado de reservar vuelos para el imán y los investigadores sostiene que su familia tiene vínculos con el terrorismo yihadista. Por eso en la batería de solicitudes dictadas por el juez en febrero también pedía que le mandase el testimonio de esta persona.
“Sería necesario conocer tantos detalles como fuera posible, con el fin de saber qué papel podría haber desempeñado en la preparación de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils, teniendo en cuenta la relación de la familia Kaichouh con elementos terroristas”, dice el auto. Ese nombre coincide con el de una persona nacida en Nador (Marruecos) de dónde procedían varios integrantes de la célula de Ripoll. Reside en la localidad belga de Liedekerke y trabaja en una conocida empresa de mensajería.
El apellido Kaichouh aparece varias veces en el sumario de los atentados al que ha tenido acceso Vozpópuli. En el listado de objetos incautados por los Mossos d’Esquadra entre los escombros de la casa de Alcanar aparecieron cinco hojas de reserva de vuelo de la compañía Vueling con origen en Bruselas y destino Barcelona correspondiente al 13 de abril de 2016.
El billete estaba a nombre del imán Es Satty, pero la reserva la había hecho Noureddine Kaichouh. En el mismo escenario apareció otra reserva de vuelo, en este caso era de la compañía Jet Airfly, que partió el 31 de enero de 2016 desde Amberes hasta Barcelona. En este caso la reserva la hizo Mohamed Kaichouh.
Tarik Chadloui
La documentación facilitada por Bélgica a partir de números de teléfono de ese país conduce a otro viejo conocido de las fuerzas de seguridad como el clérigo Tarik Chadloui, con miles de seguidores en las redes sociales, principalmente Facebook. Fue detenido en junio de 2017 en Reino Unido en el marco de una operación de la Policía Nacional que se saldó con el arresto de cuatro seguidores en Baleares. A principios de este año quedó en libertad provisional por orden de la Audiencia Nacional.
En concreto las autoridades belgas dieron cuenta de un línea (32486104551) vinculada a su cuñada, Khadija El Moutanabbi, de 32 años de edad, casada con Tahar Chadloui. El juez solicitó que “se faciliten todos los datos telefónicos de que dispongan, dado que obtener estos datos telefónicos permitiría discernir si Tahar Chadloui, teniendo en cuenta sus vínculos con el entorno salafista y yihadista, y en base a sus contactos telefónicos, pudo tener algún papel en el proceso de radicalización de los miembros de la célula terrorista investigada”. “También se podría saber si pudo coincidir físicamente con alguno de los investigados, en base al posicionamiento de los repetidores de telefonía empleados en sus comunicaciones”, añade el auto.
Entre las indagaciones de la policía belga aparece también Ahmed Chemlal El Aouaamari con varios números de teléfono (32466264377 y 32465298437). Esta persona es el tío de Mohamed Houli, uno de los integrantes de célula de Ripoll que sigue con vida y encarcelado a la espera de ser juzgado. Salvó in extremis su vida en la explosión de Alcanar. Su familiar aparece varias veces en el sumario de los atentados.
La Guardia Civil recoge en un informe la declaración de Ahmed Chemlal prestó ante la policía federal de Amberes, localidad belga en la que reside. Admitió que su sobrino viajó a Bélgica meses antes de los atentados y se alojó en su casa, pero que acudió en busca de trabajo.
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