El avance de Yevgueni Prigozhin con las tropas de Wagner rumbo a Moscú -y el consecuente anuncio de la disolución del grupo- no sólo puso en jaque las capacidades de Vladimir Putin, amenaza además con modificar el tablero mundial en escenarios de interés prioritario para España. No sólo en Ucrania; también en el Sahel, en lugares con presencia de las Fuerzas Armadas españolas, en los que los mercenarios de Moscú tratan de extender sus tentáculos. “Es importante seguir la evolución de los acontecimientos en África”, revela la ministra de Defensa, Margarita Robles, al valorar las consecuencias de la reciente actuación de Wagner. El futuro de misiones en Mali, Senegal, República Centroafricana y Somalia está en juego.
Años atrás se advertía del riesgo de que el Sahel se convirtiera en una amenaza mundial de primer orden. Esa realidad ya ha llegado. Los grupos terroristas bailan en un peligroso juego de alianzas, en el que cada uno trata de poner más muertos encima de la mesa para hacer valer su posición de poder. Las organizaciones criminales aprovechan la crisis de seguridad para expoliar materias primas y exprimir la fragilidad política de la región. Una combinación letal, que empuja a miles de personas por letales rutas migratorias rumbo a Europa, con España como punto prioritario de acceso.
Un polvorín –los expertos califican el Sahel como la “frontera avanzada española”– donde nuestro país mantiene una fuerte presencia militar, siempre bajo el paraguas de sus aliados internacionales. En este caso, de la Unión Europea. Las Fuerzas Armadas españolas lideran la misión de la UE en Mali, con más de 300 efectivos, con el objetivo de dotar al ejército local de las capacidades necesarias para hacer frente por sus propios medios a las inestabilidades que sacuden la región.
Además, España tiene presencia militar en Senegal, con una unidad aérea del Ejército del Aire y del Espacio, para trasladar fuerzas aliadas y recursos materiales por el Sahel. También en República Centroafricana, donde un puñado de efectivos españoles asesoran desde Bangui al Gobierno local en materia de Defensa y seguridad. Y en Somalia, donde se instruye a los soldados del futuro.
Wagner en África
Escenarios, todos ellos, donde Wagner extiende con mayor o menor éxito el área de influencia en favor de Rusia. Los primeros mercenarios llegaron de forma discreta, pero su presencia es ahora un hecho contrastado. Irrumpen bajo la promesa de cosechar éxitos militares de manera inmediata, suministrando incluso efectivos y medios. Las intervenciones de Wagner en el Sahel son objeto de investigación de la comunidad internacional, entre sospechas de matanzas y la violación de derechos humanos.
La presencia de los mercenarios de Wagner ha obligado a ‘congelar’ las misiones de la Unión Europea en Mali y República Centroafricana. Las tropas españolas mantienen su presencia para no entregar esta región de forma definitiva a los intereses de Rusia, y siempre dispuestas en previsión de una hipotética reactivación de sus desempeños habituales.
Pero, ¿qué ocurrirá ahora? No hay una respuesta certera. Yevgueni Prigozhin se rebeló contra Putin, reunió sus mercenarios repartidos sobre Ucrania y los lanzó sobre Rusia. El hastío de Wagner era evidente desde hacía meses, denunciando una supuesta falta de suministros en la guerra y criticando las decisiones del alto mando militar ruso, al que acusaba de lanzarles a la ‘trituradora’.
Tras unas horas de absoluta incertidumbre, los mercenarios de Wagner finalmente se detuvieron cuando ya se aproximaban a un Moscú blindado que se preparaba para un enfrentamiento abierto. El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, medió entre Vladimir Putin y el grupo de contratistas, alcanzando por el momento un acuerdo que permite sellar la paz interna en Rusia.
"Afecta a todos"
Pero la incertidumbre es total. Prigozhin asegura que Wagner quedará desmantelado el próximo 1 de julio. Moscú ha ofrecido a los mercenarios –en los últimos meses se ha reclutado a presos que cumplían penas por delitos graves en las cárceles rusas– incorporarse al ejército oficial. No hay ninguna certeza sobre el futuro inmediato de Prigozhin, del grupo de mercenarios ni de las misiones que desempeñan en diversos internacionales. Aseguran que seguirán presentes en África, pero la falta de una estructura definida amenaza sus despliegues.
“Seguimos unidos con nuestros aliados, viendo lo que está ocurriendo en Rusia; es una situación interna, pero afecta a todos”, advirtió este lunes Margarita Robles, en una visita a la industria española que desarrolla el futuro caza de combate europeo. “Seguimos con preocupación, con inquietud, no sólo la guerra de Ucrania, sino que es importante la evolución de los acontecimos en África, en el Sahel”.
Tras la disolución de Wagner, ¿qué quedará en África? Es probable que Rusia no encuentre el modo de suplir inmediatamente el vacío que dejarán sus mercenarios en el Sahel. ¿Habrá una retirada de los contratistas rusos? Tampoco se sabe qué ocurrirá con los soldados de fortuna reclutados por Wagner en África, ni en qué clase de fuerza se integrarán o a quién jurarán lealtad.
“Lo seguimos con inquietud, con mucha prudencia, siempre unidos con nuestros aliados”, advierte Margarita Robles. Más dudas que respuestas y un vacío por cubrir en el Sahel. Se mueve el tablero y Europa –también España– tratará de aprovechar el golpe que supone la disolución del grupo Wagner.
