Una reunión discreta, pero no secreta. Fuentes de Vox explican que el encuentro mantenido entre Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo el jueves de la semana pasada tuvo lugar en una sala del hotel Eurostars, en las Cuatro Torres de Madrid, y que la fecha fue fijada desde Génova. Lejos de tachar la cita de "clandestina" como han manifestado desde las filas socialistas, los de Abascal defienden que ambos líderes abogaron por la "discreción". Las mismas reconocen que la relación con el PP ha cambiado con la llegada de Feijóo y después de la era Casado, pero advierten que "no somos su coche escoba" y que no van a "regalar" sus votos a los 'populares'.
Aunque no han querido desvelar el contenido de la reunión en detalle, las voces consultadas indican que se habló de la situación política que atraviesa España, del contexto internacional, de las CCAA y de los partidos... Sin embargo, no se profundizó en el tema de las posibles alianzas. De acuerdo a las mismas, estas "ya se irán viendo" de cara a las municipales y autonómicas. "Va a depender de los candidatos", avanzan. "Vox no es un partido que haya nacido para ser el coche escoba del PP. No vamos a recoger sus votos y luego regalarlos", advierten.
Vox y PNV: "Una ensalada imposible"
No obstante, Feijóo estaba al tanto de las declaraciones de Abascal en las que garantizó que un pacto a tres con el PNV era inviable. "Antes tendrían que matarme", aseguró recientemente en una entrevista en esRadio. Después, en un acto en Zaragoza, insistió en que los peneuvistas le repugnaban y que armar una coalición era "una ensalada imposible". Precisamente, los Estatutos de Vox impiden al partido pactar con nacionalistas y separatistas.
El PP, por su parte, también se ha hecho eco del encuentro. Pero lo ha enmarcado dentro de una ronda de reuniones y ha subrayado que "antes" se había reunido con UPN y con Coalición Canaria, partido que tiene dos escaños frente a los 52 de Abascal.
El PP lo ha descrito como "encuentro correcto, que duró cerca de una hora y que se celebró a raíz de una petición de Vox en julio"
Los 'populares' lo han descrito como "encuentro correcto, que duró cerca de una hora y que se celebró a raíz de una petición efectuada por Vox a finales de julio. Ambos dirigentes compartieron impresiones sobre el contexto político nacional, coincidiendo en parte del diagnóstico de la situación, aunque difiriendo en la manera de afrontarlo". En Vox elevan la duración de la cita a más de dos horas "aproximadamente".
"Dentro de un contexto de normalidad política, Alberto Núñez Feijóo podría establecer otras reuniones de carácter privado con otros dirigentes de la política española en las próximas semanas", adelantan fuentes del PP.
No se conocían personalmente
Feijóo y Abascal no se conocían personalmente. Pese a haber militado en el mismo partido, jamás habían tenido una reunión en petit comité. Así lo reconoció el segundo de ellos en una charla que impartió en el CEU dos días antes de citarse con el dirigente del PP. "No conozco a Núñez Feijóo personalmente", respondió ante una sorprendida María San Gil, que se encargaba de conducir el acto. ¿No le conoces de nuestra época?, espetó ella.
"Probablemente le he saludado alguna vez, pero no he tenido la oportunidad de hablar con él. Yo conozco sus políticas, conozco sus intervenciones y me siento un poco alejado. Por otro lado, agradezco su buen trato, su templanza, ha habido otros líderes del PP que podían estar más cerca de lo que yo representaba y, sin embargo, el trato se convirtió en más dificultoso y sus declaraciones en más agresivas", expresó en referencia a Pablo Casado.
Abascal aseguró estar "convencido" de que iban a poder hablar "con normalidad". "No sé si vamos a ser amigos, pero eso no es importante, no sé si nos vamos a llevar bien... Lo importante es saber qué es lo que quiere hacer él con España. Yo desde luego voy a transmitirle a él que es lo que yo quiero hacer con España. Me gustaría escucharle hablar en petit comité, y más allá de los medios de comunicación, sobre cuáles son sus intenciones", declaró sin revelar que la anhelada conversación se iba a producir 48 horas después.
