El Rey Juan Carlos continúa en Sanxenxo en la que es su tercera visita a España desde que se marchó a Abu Dabi. El emérito ha disfrutado de su ocio habitual en la localidad pontevedresa: la navegación y las regatas. Tal es así que tan solo un día después de su llegada ya se ha embarcado en el Bribón para recorrer durante dos horas y media la ría de Pontevedra.
Juan Carlos I ha bajado del vehículo que le ha llevado al Club Náutico vestido con ropa deportiva, pantalón negro, chaqueta gris, gafas de sol y gorra, y se ha apoyado en su bastón hasta llegar a la escaleras. No ha tardado en poder disfrutar del mar con las velas desplegadas de la embarcación, a la que accedió desde los pantalanes del náutico de Sanxenxo. Entre jaleos, un Juan Carlos visiblemente más en forma que en las dos anteriores visitas a España ha subido a la embarcación.
Una lancha neumática ha remolcado al Bribón hasta mar abierto, donde ha comenzado el entrenamiento.
El barco del rey se ha dirigido primero hacia las inmediaciones de la playa de Tulla y desde allí hacia el Parque de las Illas Atlánticas, concretamente, hacia la isla de Ons.
El objetivo: participar en la Ruta de las Islas
La idea del rey es participar el fin de semana en la clásica Ruta de Las Islas para preparar el Mundial de la categoría 6m que tendrá lugar a finales de agosto en el Reino Unido.
La regata de Sanxenxo afronta su trigésima sexta edición, es la quinta prueba puntuable de la Liga española, y en ella participan los cruceros y los 6 Metros, caso del Bribón, que lidera la clasificación general con 12 puntos, dos más que el Titia, segundo clasificado, ambos bajo la grímpola del Real Club Náutico de Sanxenxo.
El bocinazo de salida para los 6M está previsto para las 14:00 horas del sábado, quince minutos después de los cruceros. Antes de la regata, si el tiempo lo permite, el rey tiene previsto repetir entrenamiento este viernes.
Vuelta al puerto
La embarcación ha entrado remolcada por la auxiliar 'Cristina'. Una vez ha atracado, Juan Carlos I vestido con un polo blanco de manga larga y sin la chaqueta ni las gafas, ha desembarcado con ayuda de un asistente con el que también ha subido las escaleras.
A continuación, ha accedido al coche de Pedro Campos por la puerta del copiloto y a la salida ha saludado a todos aquellos que se han situado en el espigón. Así, pasadas las 15,45 horas el rey ha salido directamente, sin parar en el RCNS, hacia la casa de Pedro Campos en la que se aloja, como de costumbre, durante su visita a Galicia.
