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España

Villarejo sobre las amenazas a Corinna: “Era evidente que no mentía y estaba aterrada”

Villarejo declara en el juzgado

El polémico comisario José Villarejo se ha sentado por primera vez en el banquillo de los acusados para responder por un presunto delito de calumnias vertidas contra el exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán. En concreto, dijo en un programa de televisión que el jefe de la inteligencia española había amenazado de muerte a la examante del rey emérito, Corinna Larsen. Durante la sesión del juicio, ha reiterado que “era evidente” que la empresaria germanodanesa “no mentía” y que estaba aterrada. 

“No hice más que reproducir lo que me había dicho la señora Larsen y lo que después pude comprobar porque me lo dijeron altos mandos del CNI y porque aquellos días Sanz Roldán mandó unos correos a la señora Larsen. Era evidente que esta señora no mentía y estaba aterrada. Me lo manifestó en uno de los encuentros que tuve con ella por orden del director del CNI por razones que no podría precisar. Se grabó (la reunión) por orden del CNI y fueron ellos los que me facilitaron los dispositivos para ello”, ha declarado el exmando, que ha abandonado para el juicio la cárcel de Estremera en la que se encuentra de forma provisional desde finales de 2017.

Al encuentro al que hace alusión es la cita mantenida en 2015 en Londres con Corinna Larsen que acabó publicado en la prensa años después tras su arresto por el caso Tándem. La examante del rey le confesó secretos de Juan Carlos I como la presunta evasión de capitales en cuentas en Suiza a nombre de su primo o el regalo de 100 millones de dólares de la familia real saudí. La propia Larsen está citada a petición de Villarejo para declarar como testigo por videoconferencia desde Inglaterra para corroborar esas presuntas amenazas que Sanz Roldán niega.  

Culpa a Sanz Roldán de todos sus males

“Más que un ánimo de injuria había un ánimo de definir su conducta”, ha añadido Villarejo, vestido de traje y con una mascarilla con la bandera de España. Villarejo culpa a Sanz Roldán de todos sus males y en concreto de haber facilitado a El País una foto suya bajando de un avión en Melilla. Critica que la publicación de esa foto se produjo poco antes de que tuviera que someterse a una rueda de reconocimiento por otra causa en la que se le investigaba por apuñalar a una dermatóloga enfrentada a uno de sus clientes, el empresario Javier López Madrid. 

“Me pareció aberrante que se filtrara una foto. Le mande un correo a su teléfono personal pidiéndole explicaciones porque me parecía una locura lo que había hecho. No me contestó, luego me dijeron que era una cuestión personal y que estaba muy enfadado conmigo”, ha declarado.

Durante cerca de una hora se han abordado las cuestiones previas formuladas por el abogado de Villarejo, Antonio Cabrera. Solicitó que que Sanz Roldán compareciera el último, después de los testigos. También pidió suspender el juicio porque, según dijo, no ha podido prepararlo por la pandemia y la imposibilidad de visitar a su cliente en prisión. 

Además pidió que fuese el propio Villarejo, abogado colegiado, quien hiciese los interrogatorios, lo que hubiese dado pie a un cara a cara con su archienemigo Sanz Roldán. Sin embargo, el juez Jesús de Jesús rechazó todas de plano a instancias de las acusaciones.

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