España

La vigencia de un discurso para la historia, seis años después

El 3 de octubre de 2017, el Rey Felipe VI se dirigió a la Nación para evidenciar el compromiso del Estado de derecho con la legalidad constitucional tras la intentona golpista protagonizada en Cataluña por los dirigentes de la Generalitat. Fue un punto de inflexión para restituir la normalidad democrática en unas jornadas de extraordinaria convulsión para España

La casualidad ha querido que el Rey reciba hoy a Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el marco de la segunda ronda de consultas para la investidura justo cuando se cumplen seis años de un discurso, el que pronunció el jefe del Estado el 3 de octubre de 2017, cuya vigencia -habría que decir que por desgracia dado que significa que la efervescencia independentista sigue viva- no ha decaído un ápice pese al tiempo transcurrido. Ese día, Felipe VI se dirigía a los españoles para mostrar su defensa de la unidad territorial y de la legalidad democrática conculcadas por quienes dirigían entonces la Generalitat de Cataluña con la asonada del 1-O.

Un discurso en el que el Rey se erigió como garante con los derechos y libertades fundamentales de todos los españoles, así como una denuncia del ataque a España protagonizado por unos dirigentes públicos a los que se les presuponía lealtad institucional en virtud de su propia responsabilidad como gobernantes de una parte del Estado.

El discurso devolvió un cierto sosiego a una sociedad conmocionada, abrió la vía para la restitución de la situación mediante la aplicación de los resortes jurídicos al alcance del Estado de derecho y, sobre todo, evidenció un compromiso sin fisuras de la Corona y el resto del armazón democrático con los ciudadanos catalanes en particular y con el conjunto de los españoles en general.