María Teresa T.M. ya ha rehecho su vida y disfruta en su cotidianidad de ser una joven madre. Con 14 años residía en la residencia para menores tuteladas de la Generalitat Valenciana llamada Niño Jesús y sufría abusos sexuales por el exmarido de la hasta ahora vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra. Luis Eduardo Ramírez Icardi, quien trabajaba como educador en el centro. Hace cinco años que le denunció y ahora, con 19 años, aún le persiguen los 'fantasmas'.
Ramírez Icardi fue juzgado por los abusos en dos ocasiones. La primera, en 2019, finalizó con una pena de 5 años de preisión pero luego se repitió el juicio por la aparición de un informe de la Conselleria que obligaba a revisar el caso. Pero la condena acabo siendo ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJV). Sin embargo, consta un recurso al Supremo.
En una entrevista a ABC, María Teresa explica que no guarda rencor a Oltra por lo sucedido pero que, tal y como se han dado los hechos, la exvicepresidenta ha demostrado "no tener corazón". Se ha sentido durante mucho tiempo desamparada por la Administración y critica que no le hicieron caso cuando denunció porque le restaron credibilidad. El 'vacío' generado por las instituciones llevo a la víctima a denunciar la "inacción" a la Consejería de Igualdad, liderada por Mónica Oltra.
La víctima sigue manteniendo que Mónica Oltra encubrió el caso por lo que se debe "hacer justicia". Por el daño generado al no haber tomado en enserio su testimonio, la veinteañera sostiene que es evidente que Oltra tiene "parte de culpa" por no tener "empatía". La joven le ha espetado a la exvicepresidenta que si la víctima hubiera sido una allegada suya o hubiera afectado a hijos suyos sí hubiera actuado como toca.
Mónica Oltra está actualmente imputada en el caso, ya que la Fiscalía mantiene que su forma de actuar son constitutivos de delito de abandono de menores, omisión del deber y prevaricación. Ante el proceso judicial, la joven pide ayuda económica para hacer frente a los gastos ya que actualmente no tiene trabajo y está pendiente de que se resuelva una demanda por despido improcedente. A punto de dar a luz por segunda vez, vive con su pareja, su padre y su hijo.
