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España

El último gran jefe de ETA, a un paso de la libertad tres años y medio después de su arresto

El último jefe con influencia real que ha tenido ETA, David Pla Martín, ha sido condenado este martes en Francia a cinco años de prisión. Pese a la pena, su abogada ha anunciado a los medios de comunicación que sus cálculos le dicen que podría salir de la cárcel "en cuestión de semanas”. Fue detenido en septiembre de 2015 en un caserío de la localidad vascofrancesa de Saint Étienne de Baigorry. Aquella operación hace tres años y medio fue bautizada como Pardines en honor de la primera víctima la banda. Se consideró la puntilla a la organización.

Fuentes de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) que ejercen la acusación en todas las causas abiertas contra etarras en la Audiencia Nacional advierten a Vozpópuli de que Pla tan sólo está procesado en España por la investigación contra el entramado de abogados de la banda (H-Alboka). No obstante, con esta condena francesa se considerará cosa juzgada y no será condenado de nuevo. Hace dos semanas quedó libre tras cumplir su pena en Francia el jefe etarra Mikel Antza, también sin causas pendientes con la Justicia española

Pla tiene actualmente 43 años y fue la voz que bajo un pasamontañas leyó el comunicado en el que ETA anunciaba el cese definitivo de sus atentados el 20 de octubre de 2011. Sin embargo, no fue arrestado hasta cuatro años después. Entre medias trató de entablar una negociación con el Gobierno y para ello llegó a desplazarse hasta Oslo acompañado por otros dirigentes de la banda, incluido el veterano Josu Urrutikoetxea, ‘Josu Ternera’.

ETA siempre dijo que acudió a Noruega convocado por el Gobierno socialista saliente de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero el Ejecutivo entrante de Mariano Rajoy no acudió a la cita y los terroristas tuvieron que abandonar el país nórdico. Desde entonces, Pla siguió al frente de los designios de la banda.

Pilotó el cese y el supuesto desarme de ETA

Fuentes de la lucha antiterrorista informan a este periódico que incluso tras su arresto y desde una cárcel francesa pilotó buena parte de los pasos de ETA en torno a su escenificación del desarme en abril de 2017. Esa participación incluyó entre otros aspectos la localización de zulos que los últimos pistoleros de ETA ni siquiera sabían dónde estaban. Después de aquel acto las fuerzas de seguridad han seguido encontrando escondites de la banda con armas y explosivos. 

Así ha llegado Pla esta semana a sentarse en el banquillo de los acusados del Tribunal Correccional de París junto a su compañera en la última dirección de la banda (‘Zuba’) Iratxe Sorzábal. La Justicia francesa retiró contra ellos la acusación de haber dirigido la organización al no hallar pruebas suficientes. En caso de haberla mantenido podrían haber sido condenados hasta 20 años. El caso quedó reducido a delitos como asociación de malhechores, posesión de armas o falsedad documental.

La Fiscalía pedía doce años de prisión para Sorzábal y seis para Pla, pero el tribunal lo ha dejado en siete y cinco, respectivamente. Según informa El Correo, presente en la sala del juicio con presencia de familiares de los etarras, la lectura del fallo ha dado lugar a una celebración entre los dos terroristas que se han abrazado entre sonrisas. La abogada de Pla, Xantiana Cachenaut, ha explicado que su cliente debería salir de prisión "en cuestión de semanas" gracias a la remisión de penas a menos que la Fiscalía recurra la sentencia. De los cinco años de condena ha penado tres y cuatro meses.

Podrá entrar y salir

Todo el juicio ha girado en torno al papel de los acusados, que han enarbolado en todo momento su intención de negociar con el Gobierno y la disolución de la organización. Mientras que el fallo sí contempla la expulsión de Francia de Sorzábal cuando acabe de cumplir su pena, no recoge lo mismo para para Pla, quien tiene a su familia residiendo en el Sur de Francia. Su abogada ha insistido en que podrá entrar y salir cuando quiera del país galo. Pla es natural de Navarra.

La agencia Efe precisa que la Justicia española sólo ha presentado tres demandas de extradición de Sorzábal a Francia, que ya ha dado su visto bueno a dos por atentados en Irún (1995) y en Gijón (1996), en ambos casos sin víctimas personales. La tercera está en proceso de tramitación por una explosión en el aeropuerto de Alicante en julio de 1995 que tampoco hirió a nadie, pero causó daños materiales.

Según informó Europa Press el día del arresto de Pla, en junio de 2014, el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez ordenó su procesamiento por integración en banda terrorista en un auto en el que acusaba a la banda de intentar colocar un artefacto en la Audiencia Nacional, pidiendo información para ello a la abogada Arantza Zulueta.

Aprovechó para fugarse

David Pla estaba huido desde abril de 2010, tras ser detenido en Francia en una operación de la Guardia Civil contra el entramado de abogados de ETA (H-Alboka), pero quedó en libertad por falta de pruebas y aprovechó para fugarse se fugó.

Según dijo entonces Interior, lideraba una estructura orgánica denominada 'H-Alboka', siglas en euskera de "Hornak Apurtuz Laster Borrokalariak Kalea (Rompiendo las Paredes Pronto los Luchadores a la Calle)", que sustituyó en 2002 al subaparato de 'makos' y que se encargaría de gestionar todas las actividades del 'colectivo de presos', incluida la defensa de etarras y dirigentes de la izquierda abertzale.

H-Alboka también se encargaba de otras actividades secundarias de apoyo a otros aparatos, como el seguimiento de las detenciones de miembros y colaboradores de la banda terrorista ETA, gestionar todo lo referente al "Colectivo de Presos", dinamizar a organizaciones del entorno de ETA relacionadas con los presos y familiares, la acogida de huidos en Francia, la planificación y apoyó de fugas de prisión y asuntos judiciales de la izquierda abertzale en general.

CANDIDATO EN 1995

En su juventud, Pla se integró la organización juvenil Jarrai, donde llegó a ser uno de sus responsables y se presentó como candidato por la coalición Herri Batasuna en las Elecciones Municipales en el año 1995, aunque no resultó elegido. Al sentirse vigilado huyó a territorio galo y se integró en las estructuras de ETA, en concreto en sus grupos armados.

El 28 de julio de 2000 fue detenido por el Cuerpo Nacional de Policía en Zaragoza como integrante de un comando de liberados de ETA denominado 'Aragón', que acababa de entrar en España para la comisión de atentados. En julio de 2001 fue condenado a seis años de prisión por un delito de pertenencia a banda armada.

Según los datos policiales, había recibido instrucciones del dirigente etarra Francisco Javier García Gaztelu 'Txapote' para extender a toda España una infraestructura estable, consistente en pisos, vehículos y documentación falsa, a fin de que posteriormente fuera utilizada por los comandos operativos. Además tenía órdenes para conseguir información sobre posible objetivos. En agosto de 2006 fue puesto en libertad definitiva por cumplimiento de condena.

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