La guerra entre UGT y Solidaridad por el control de Opel-Stellantis se recrudece a un semana de las elecciones sindicales. Aupada por su crecimiento en el sector de la automoción, la organización nacida al alero de Vox decidió presentar una candidatura de 26 trabajadores para tratar de formar parte del Comité de Empresa de la planta situada en Figueruelas, en la provincia de Zaragoza. Lo hizo a mediados de agosto. Sin embargo, el pasado martes, la mesa electoral central invalidó la candidatura después de que UGT y Stopel la impugnasen por "falsificar las firmas" de cuatro de los trabajadores que iban ellas.
Da la casualidad de que el mencionado órgano está integrado por miembros de esas mismas entidades, por lo que Solidaridad presentó un escrito de oposición que no ha tenido recorrido alguno. Por segunda vez, la mesa ratificó su decisión por "al haberse constatado que ha existido falsedad documental y que los cuatro trabajadores indicados por UGT y Stopel han sido incorporados a la candidatura de Solidaridad sin su conocimiento ni consentimiento".
Según UGT, tres de los empleados estaban afiliados a su organización, mientras que la cuarta trabajadora que no reconoce como suya la firma en las listas de Solidaridad estaba adscrita a Stopel. Desde el sindicato vinculado a Santiago Abascal niegan las acusaciones y aseguran que concurrieron legítimamente a las elecciones inscribiendo su candidatura, en tiempo y forma, con el número de candidatos necesarios.
"Los miembros de dicha lista aportaron todos sus datos completos y su voluntad de incorporarse. En el caso de los tres miembros a los que alude UGT (afiliados suyos), estos lo hicieron por escrito en tiempo y forma, de lo cual este sindicato aporta las pruebas documentales", insisten. Y añaden: "En el caso de la trabajadora a la que hace alusión Stopel, exactamente igual. Dicha trabajadora ha declarado públicamente que se quiso dar de baja de la lista por motivos personales, días después de haber sido correctamente registrada la candidatura, resultando con ello válida".
UGT y Stopel piden impugnar la candidatura
Solidaridad señala que UGT y Stopel presentan, el último día antes de la proclamación definitiva de las candidaturas, sendos escritos solicitando que se impugne la de Solidaridad en base a que los cuatro trabajadores aludidos se habían negado a pertenecer al sindicato y aseguran que se los inscribió contra su voluntad, en nombre de ellos y no aportando ninguna prueba.
De acuerdo a la entidad apoyada por Vox, se opusieron a dicha impugnación en tiempo y forma y, además, comunicaron a la mesa que constaban pruebas documentales que acreditaban tajantemente lo contrario: que los trabajadores aludidos manifestaron, por escrito, la petición de que se les incorpore a las listas y también facilitaron, por escrito, todos los datos y requisitos necesarios.
Por otro lado, Solidaridad explica que la trabajadora aludida por Stopel realiza unas declaraciones públicas en las que da fe de que estaba voluntariamente inscrita en la candidatura. "Tras ello, solicita la baja, lo cual no invalida la candidatura. Asimismo, deja patente que desde el sindicato Stopel la han usado para tratar de invalidar la candidatura de sus compañeros de Solidaridad", acusa la organización liderada por Rodrigo Alonso.
La mesa resuelve mantener la invalidación de la candidatura basándose en las manifestaciones de UGT y de Stopel, sin ninguna declaración firmada ni prueba
El 18 de octubre, la mesa electoral central rechaza el escrito de oposición a la impugnación de UGT y Stopel y resuelve invalidar la candidatura de los 33 miembros de Solidaridad, ya que, según la entidad, se añadieron 11 integrantes más el día de las reclamaciones. "El día 19, en el plazo legal del día hábil siguiente a la resolución, presentamos un recurso por correo electrónico a la mesa contra la resolución de invalidación, y enviamos por correo administrativo una copia de este, que se entrega al día siguiente, día 20, junto con el resguardo de envío del día anterior", detalla Solidaridad.
Y continúan: "Pese a no aportar a este sindicato prueba ni testimonio alguno de los trabajadores que indique que no estaban de acuerdo con formar parte de las listas de Solidaridad, el órgano central resuelve mantener la invalidación de la candidatura basándose en las manifestaciones de UGT y de Stopel, sin ninguna declaración firmada ni prueba".
A juicio de Solidaridad, queda patente la intención de la mesa y de las dos organizaciones sindicales 'aliadas' en la causa de cercenar los derechos de los trabajadores que se presentaron como alternativa. "También cercenan el derecho de sufragio activo de todos los trabajadores que tenían intención de votar otra opción que fuera distinta de las ya existentes", concluye.
Solidaridad acusa de "malas artes"
Los de Abascal advierten que lideran "un sindicato incansable" y que pretenden "llegar hasta las últimas consecuencias para que se depuren responsabilidades y se restituyan las elecciones al momento previo a la
impugnación". "Nos habría gustado que toda esa energía y malas artes que han empleado UGT y Stopel las emplearan en defender a la plantilla en lugar de atacar a sus compañeros de fábrica para privarles del derecho de
representación y del de sufragio activo a la plantilla que quiere un cambio y una mejora", afirman.
La 'guerra' por entrar en Opel llega en un momento en el la organización vinculada a Vox continúa sumando adeptos e inspirando a otros partidos fuera de España. Precisamente, el 'aliado' de Vox en Portugal, André Ventura, quiere replicar el modelo y, siguiendo la estela de Abascal, acaba de registrar el "primer sindicato de derechas" del país vecino: Solidaridade.
El propio Jorge Buxadé se hizo eco de la batalla sindical en Opel en la rueda de prensa del pasado lunes. El vicepresidente de Acción Política de Vox denunció amenazas a los miembros de su sindicato por parte de trabajadores afiliados a UGT con motivo de las elecciones que tendrán lugar el próximo 27 de octubre.
