El juzgado de Primera Instancia e Intrucción número 7 de Roquetas de Mar (Almería) ha dejado en libertad pero bajo investigación a los padres del menor de 40 días que ha fallecido después de que fuera sometido en su vivienda a una circunsión clandestina el pasado domingo, mientras que para el curandero de la supuesta operación, se ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza.
El TSJA informa de que la investigación se mantiene abierta por la presunta comsión de un delito de homicidio por imprudencia, por el que se investiga a los tres implicados. Tampoco se descarta la comisión de otros delitos en el marco del proceso, pues el autor material de la intervención habría asumido funciones médicas sin ningún tipo de título habilitante.
Los hechos tuvieron lugar durante la tarde del pasado domingo después de que los padres del menor y el supuesto curandero, todos de origen maliense, contactaran entre sí para practicar al bebé una circuncisión ritualizada en el domicilio de los progenitores, conforme a los indicios que manejan los investigadores. La situación se complicó al no poseer herramientas apropiadas ni una preparación para dicha intervención y se vieron obligados a trasladar al niño al centro de salud ubicado en la Avenida Reino de España de Roquetas de Mar.
Los sanitarios no pudieron salvar la vida del bebé y activaron el protocolo judicial, en un primer momento, a al detención de los padres.
Según han informado a Vozpópuli fuentes de la Comandancia de Almería, este lunes por la mañana fueron detenidos los progenitores del bebé, cuya edad no ha trascendido, así como el hombre que efectuó la circuncisión, que se encontraba en el polígono La Redonda de El Ejido.
Las fuentes han señalado que la investigación sigue en marcha y que este lunes por la tarde se llevó a cabo un registro relacionado con el caso.
El Diario de Almería adelante este martes que la familia del bebé es originaria de Mali y que el pequeño sufrió "una grave hemorragia como consecuencia de esta cirugía ilegal".
La circuncisión es una cirugía para extirpar la piel que recubre la punta del pene, llamada prepucio, para que quede al descubierto. Este procedimiento es bastante común entre los varones recién nacidos, a pesar de que esté asociada a algunas religiones, culturas o etnias. Puede practicarse por cuestiones de higiene o atención médica preventiva en los primeros años de vida, aunque de hacerlo más adelante podría conllevar más riesgos y una recuperación más lenta.
Además, puede traer beneficios para la salud como un menor riesgo de infecciones en el tracto urinario, de padecer problemas en el pene o contraer infecciones de transmisión sexual. De hecho, la OMS estipula que reduce en un 60% el riesgo de pasar el VIH de las mujeres a los hombres, especialmente en entornos con epimedia generalizada.
Informa de que a pesar de que los padres lo trasladaron a un centro de salud al ver la pérdida de sangre, los sanitarios no pudieron hacer nada por salvar la vida del pequeño.
Prácticas censurables
El subdelegado de Gobierno en Almería, José María Martín, ha incidido en las políticas de protección de la infancia ante este tipo de prácticas ante las que se ha mostrado "absolutamente en contra", ya que son "censurables desde el punto de vista penal y ético", por lo que ha advertido que van a ser "perseguidas".
JU
15/04/2025 11:07
Son sus costumbres, hay que respetarlas, pero en su país. Aquí nos cuestan dinero. Pero bueno, como el muerto ha sido niño, (XY), no pasa nada. El que espere algún comentario por parte de la izquierda, manifestaciones, programas en la tv, artículos en lopais y cosas así, que espere.