La trama desarticulada en Mojácar (Almería) relacionada con la compra de votos en las próximas elecciones del 28 de mayo buscaba 500 votos para dar la alcaldía de la localidad al PSOE. Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil encontraron en los registros cientos de papeletas y censos, indican fuentes próximas del caso a Vozpópuli. Se sospecha que los miembros del grupo pretendían comprar sufragios entre electorado de origen iberoamericano.
Las investigaciones de la Guardia Civil arrancaron hace pocos días, después de recibir una denuncia en la Comandancia de Almería por parte de un ciudadano que alertaba de los movimientos de la trama. Inmediatamente se derivó el caso a la UCO, que puso toda su maquinaria en funcionamiento para investigar la profundidad de la trama.
Las pesquisas de los agentes permitieron determinar que había al menos siete personas implicadas, dos de ellas vinculadas a las listas municipales del PSOE en Mojácar. La forma de actuar de la trama era similar a la de Melilla, si bien no existen indicios de una conexión entre los dos casos: en concreto, se instaba a potenciales votantes a solicitar el voto por correo para después entregar el sufragio a favor de una determinada candidatura.
En el caso de Mojácar, los miembros de la trama buscaban cerca de medio millar de votos para arrebatar el Ayuntamiento al Partido Popular. Los populares gobiernan en este municipio almeriense gracias a los ocho concejales que obtuvo en las elecciones municipales de 2019, frente a los cinco representantes que obtuvo el PSOE-A. El partido Para la Gente, tercera candidatura que se presentó a los comicios, se quedó fuera del Consistorio.
A la trama desarticulada le bastaban 500 votos para que el Ayuntamiento de Mojácar cambiase de color. Esa es la diferencia de apoyos que en 2019 obtuvieron el PP (1.692 votos) y el PSOE-A (1.145), en unas elecciones municipales en las que hubo 1.206 abstenciones.
Votos entre iberoamericanos
Fuentes próximas a la investigación detallan a este diario que uno de los miembros de la trama era originario de un país iberoamericano, sobre quien se sospecha que habría buscado la compra de votos entre sus compatriotas. Además del abono de una cantidad monetaria próxima a los cien euros, se sospecha que se les habría prometido el abono de ayudas o subvenciones públicas.
Al mismo tiempo se investiga la existencia de un grupo que prestaba apoyo a la red para elaborar labores de vigilancia en las oficinas de Correo donde se debían depositar los votos. La Guardia Civil llevó a cabo la operación este mismo miércoles, un día antes de que concluyera el plazo para depositar el voto por correo, para intervenir la mayor documentación posible.
En los registros se ha encontrado numerosa documentación que los agentes aún investigan, tales como censos, anotaciones y votos; diversas fuentes apuntan a que al menos se habrían intervenido 200 papeletas para manipular el transcurso de las elecciones. El caso está siendo investigado por el juzgado número 4 de Vera, Almería, y está bajo secreto de sumario. Uno de los detenidos es Cristóbal Vizcaíno, número 5 en la candidatura socialista de Mojácar. El número 2 de la candidatura, Francisco Bartolomé Flores, se encontraba en Madrid en el momento de la operación. Fue detenido después de trasladarse a Almería, donde prestó declaración.
La alcaldía de Mojácar, pese al actual mandato del PP, está cargada de simbolismo para el PSOE, toda vez que es el lugar donde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su familia pasan sus vacaciones. Prueba de ese interés está en que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, acompañó el pasado 18 de mayo en un mitin al candidato socialista en las elecciones municipales, Manuel Zamora. El PSOE ya ha borrado de su página web las fotos y la nota de prensa de este acto tras las detenciones relacionadas con la trama de compra de votos.
Fuentes del PSOE han asegurado que si los implicados en esta trama son militantes del partido se les suspenderá de forma inmediata y se procederá a la apertura de un expediente. "A nosotros no nos tiembla el pulso con cualquier práctica ilegal o fuera de una altura ética máxima", explican.
