Alarma por los suicidios en Guardia Civil y Policía: rozan los 350 en los últimos 16 años

El suicidio del coronel del Estado Mayor de la Guardia Civil que fue localizado muerto este lunes en su despacho de la calle Guzmán el Bueno, en Madrid, vuelve a poner de manifiesto el drama oculto que padecen las Fuerzas de Seguridad del Estado: cerca de 350 agentes se han quitado la vida en los últimos 16 años.

Según los datos oficiales de la Dirección General de la Guardia Civil, un total de 187 guardias civiles se suicidaron entre 2005 y 2020, a los que habría que sumar los 17 contabilizados por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) durante el pasado 2021. La cifra se eleva a 204, pero estos últimos aún no forman parte de la estadística oficial. El número desciende en el caso de los policías, pero continúa siendo alarmante. Hasta 145 agentes se quitaron la vida en los últimos 16 años, de acuerdo al registro del Sindicato Unificado de Policía (SUP).

El coronel M.A.D., de dilatada trayectoria en el cuerpo y contrastada experiencia en puestos de mando y hallado muerto este lunes, según adelantó Vozpópuli, engrosa la lista. Actualmente se desempeñaba en el Estado Mayor, órgano que presta apoyo a la Dirección Adjunta Operativa, Mando de Operaciones y Mando de Fronteras y Policía Marítima en todo lo relacionado con el ejercicio de sus funciones. También articula las principales líneas de actuación del Instituto Armado.

Protocolos de prevención de suicidios

"La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) lleva años preocupándose y realizando un seguimiento a este fenómeno que como asociación mayoritaria en afiliación dentro del Cuerpo calificamos de alarmante. Es necesario un reconocimiento de la existencia de esta problemática que parece no existir apenas en la actualidad en la Dirección General de la Guardia Civil", lamenta Pedro Carmona, de AUGC.

Tanto Guardia Civil como Policía Nacional cuentan con protocolos de prevención de las conductas autolíticas

Tanto Guardia Civil como Policía Nacional cuentan con protocolos de prevención de las conductas autolíticas. Sin embargo, la AUGC reclama la externalización del servicio de atención psicológica, de manera que los facultativos no pertenezcan a la escala de mando y se pueda contar también con especialistas ajenos al cuerpo. "Eso facilitaría que los agentes pudiesen tratarse sin miedos", declara Carmona a Vozpópuli. Y exige incrementar el número de psicólogos adscritos a las Unidades de Prevención de Riesgos Laborables, además de dotar de armeros en todas las unidades y garantizar que las bajas psicológicas no repercutan en la vida profesional del guardia civil manchando así su expediente personal.

Informe de la Dirección General

En su informe en relación a la prevención e incidencia de las conductas suicidas en la Guardia Civil, la Dirección General del Instituto Armado sostiene que el suicidio nunca es el resultado de un solo factor o hecho. "Usualmente lo causa una compleja interacción de muchos factores tales como enfermedad mental y física, abuso de sustancias, conflictos familiares e interpersonales y acontecimientos estresantes", recoge el texto.

"A través de las investigaciones llevadas a cabo en los últimos años por el Servicio de Psicología, con la metodología de Autopsia Psicológica, se ha detectado que los principales factores que intervienen en la aparición de conductas autolíticas en el seno del Cuerpo, están fundamentalmente relacionados con cuestiones del ámbito personal de los sujetos: alrededor del 95% de los casos", indica.

Como se desprende de los informes efectuados por este Servicio de Psicología relativos a la incidencia de la conducta suicida -señala el informe-, es reseñable significar, que una vez seguidos parámetros estadísticos adecuados, se llega a la conclusión de que las tasas de suicidio entre la población general y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no difieren de forma significativa.

La Dirección General de la Guardia Civil dice que las tasas de suicidio entre la población general y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no difieren de forma significativa

"Aunque se echa de menos una alusión al factor de letalidad y facilidad de acceso del medio usado para consumar las conductas autolíticas, que hace que el número de intentos en el caso de las fuerzas policiales sea muy inferior al de suicidios consumados, al tratarse de armas de fuego, al contrario de lo que sucede en el resto de la sociedad", compara la Dirección General de la Guardia Civil.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), en cambio, asegura que la tasa de suicidios entre los trabajadores del cuerpo es elevada: "Una tragedia que promedia una muerte cada 26 días, muy por encima de la media de la sociedad española y de otros cuerpos policiales". "Desde la Dirección General se ha optado tradicionalmente por negar el problema, quitarle importancia o, en cualquier caso, evitar afrontarlo con medidas concretas", critican.

Estrés, facilidad de acceso a las armas...

Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) explican que, según estudios desarrollados en diferentes países, el suicidio es más frecuente entre los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad que en otros estamentos de la sociedad por la fácil disponibilidad de acceso al método suicida (arma de fuego). "Este factor de acceso inmediato al medio suicida explicaría también el por qué los anestesistas son la especialidad médica con mayor número de suicidas, según algunos trabajos científicos", comentan en su informe sobre suicidios en el sector.

Existen una serie de factores que han sido identificados como estrechamente relacionados con el suicidio de miembros de cuerpos de seguridad como la exposición a experiencias traumáticas o trauma psicológico; el estrés laboral derivado de un desequilibrio desfavorable entre las demandas laborales y los recursos disponibles, lo que genera sentimientos de frustración, indefensión y desesperanza; el fácil acceso a las armas y las tensiones psicosociales derivadas del trabajo a turnos, dificultades de conciliación de la vida laboral con la familiar. Además, el SUP critica la existencia "de una subcultura que tiende a estigmatizar a quienes padecen procesos relacionados con enfermedades mentales como expresiones de una debilidad incompatible con la profesión".