Moncloa da árnica financiera a la Generalitat. La entrevista secreta entre Soraya Sáenz de Santamaría y Oriol Junqueras, vicepresidentes del Gobierno y de la Generalitat, respectivamente, desconcierta e irrita a buena parte de los barones del PP, que no tenían noticia alguna del contenido de este encuentro. Sin prensa, ni fotos, ni agenda oficial, la vicepresidenta, que estuvo acompañada del ministro de Hacienda, se comprometió ante el líder de ERC a una serie de iniciativas para atender las urgencias económicas del Ejecutivo catalán. Una decisión con enorme trasfondo político que tiene lugar en un momento clave en la negociación de apoyos para la investidura de Mariano Rajoy.
"Todo es demasiado secreto, como si hubiera algo que ocultar", comentan algunos dirigentes regionales del PP tras la serie de acuerdos alcanzados en las últimas horas entre el Gobierno y los nacionalistas catalanes. Primero fue el pacto por el reparto de las sillas en la Mesa del Congreso, con la derivada de concederle a Convergencia un grupo parlamentario propio, con guiño al PNV incluido en forma de un sillón en la Mesa del Senado. La reacción de Ciudadanos ha sido estruendosa, a medio camino entre la irritación y la sobreactuación. Dirigentes de la formación naranja recuperaron este jueves su teoría de que su 'sí' en la investidura podría tener lugar con otro presidente. Sobra Rajoy, el viejo veto de Ciudadanos, ha reaparecido, al menos momentáneamente.
Numerosos dirigentes del PP mostraron su extrañeza, en privado, ante estas sobrevenidas deferencias hacia formaciones nacionalistas e independentistas
Numerosos dirigentes del PP mostraron su extrañeza, en privado, ante estas sobrevenidas deferencias hacia formaciones nacionalistas e independentistas. El malestar se ha avivado al conocerse las circunstancias del encuentro sigiloso, sin agenda oficial ni comparecencia ante los medios, en contra de lo ocurrido en la entrevista de hace dos meses de Sáenz de Santamaría y Junqueras, para aliviar de carga financiera, más alguna que otra promesa, al Ejecutivo catalán. "Demasiados acuerdos con los separatistas, demasiados pactos bajo cuerda", denuncian, pesarosos, algunos dirigentes regionales del PP consultados por este diario. Nada sabían del contenido de esta entrevista. Y llueve sobre mojado, tal y como mencionaba uno de estos dirigentes.
La coincidencia en el tiempo de ambos episodios pone en situación complicada la voluntad de entendimiento con Ciudadanos. Algunos altos cargos del PP han salido a la palestra para presionar a Rivera. "Si votarais que 'sí' no tendríamos que buscar aliados en otras formaciones", explicó Javier Maroto, vicesecretario general de la formación conservadora. En la misma línea, quizás más duro, se mostró Fernando Maíllo, responsable de Organización del PP. El proceso de investidura está encallado y los negociadores populares pretenden que Ciudadanos trueque su actual postura de abstención por un "sí" en la sesión de investidura, al menos en la segunda votación. Sólo así se podrá desbloquear el actual atasco institucional, ya que el PSOE aparecería como el auténtico responsable de la posibilidad de volver a las urnas.
Una estrategia polémica
En el PP no todos valoran de acertada la actual estrategia. En especial porque tantos guiños a los secesionistas desvirtúan la línea ideológica que han mantenido en los últimos años, con recursos permanentes ante el Constitucional para frenar el denominado proceso de 'desconexión' que lidera, precisamente, el partido al que ahora se le están haciendo tantos favores. Voces importantes de la dirección nacional se desgañitan en su esfuerzo por separar los pactos de las sillas del Congreso con los futuros acuerdos de investidura y hasta de Gobierno. Rajoy lo tiene claro, y lo expresaba con firmeza hace tan sólo unos días. "Nuestro objetivo es que Ciudadanos y PSOE colaboren para que se pueda formar un Gobierno estable".
En el PP consideran que tantos guiños a los secesionistas desvirtúan la línea ideológica que han mantenido en los últimos años
El propio presidente en funciones se encarga personalmente de mantener un hilo de comunicación con Rivera, a quien procura trasladarle todo tipo de información. Así, este miércoles, se le envió a Ciudadanos un documento con las bases del futuro presupuesto como primer paso de la formación de un equipo de trabajo que encare este asunto acuciante.
La falta de información, la opacidad y el exceso de sigilo descoloca, sin embargo, a los mandos regionales del PP, que tienen que hacer frente a numerosas llamadas y quejas de sus bases, que no entienden nada de lo que está pasando. "Cierto que no se pueden radiar todas las negociaciones, como dijo el presidente, pero hay algunos pasos muy polémicos que se están dando en una dirección que no encaja con nuestros postulados y que resultan muy difíciles de explicar a nuestra gente". Los barones consultados son conscientes de las dificultades del trance que se está viviendo y saben de los severos problemas para conseguir la investidura de Rajoy.
Consideran, sin embargo, que en las sumas de las votaciones no son necesarios los diputados de Convergencia, que ya han dicho por activa y por pasiva que no respaldarán nunca a Rajoy. De ahí que no entiendan estos 'guiños' continuos, y más en asuntos tan sensibles como son las ayudas financieras conocidas en las últimas horas. "Los nacionalistas catalanes llevan años incumpliendo todos los compromisos de gasto, dilapidando fondos en su proyecto secesionista. Carece de sentido que aparezcan por aquí a pedir ayuda y se la concedamos", mencionan estas fuentes.