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España

Sánchez recurre a su adversaria Díaz en su momento de mayor de debilidad

El Ejecutivo, en plena crisis económica derivada del alza del precio de la energía, solo recurre a los datos de empleo para sacar pecho por su gestión

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. EUROPA PRESS

El Gobierno no atraviesa su mejor momento. Y el presidente, Pedro Sánchez, se apoya en su número dos, Yolanda Díaz, y en los datos de empleo, la única gran alegría que le da su adversaria electoral en la izquierda. El batacazo de la coalición en las elecciones en Andalucía ha dejado al Ejecutivo noqueado. Por eso, Moncloa tratará de recuperar la iniciativa política este sábado con un Consejo de Ministros que dará luz verde a un nuevo paquete de medidas anticrisis que intentará ayudar a los ciudadanos a contener una inflación que no se recuerda desde 1986 y que hace difícil a muchos españoles llegar a fin de mes.

Fuentes gubernamentales moradas no esconden su satisfacción ante el hecho de que la portavoz del Gobierno, la socialista Isabel Rodríguez, dedique buena parte de sus alocuciones a sacar pecho por la reforma laboral engendrada en el ministerio morado: "Eso nos beneficia. En estos momentos, la reforma laboral es la gran obra de la coalición y la gente sabe que lleva el sello de Yolanda [Díaz]. El hecho de que el PSOE la haga suya dice mucho".

Y, efectivamente, los socialistas recuerdan cada vez que pueden que España tiene por primera vez desde 2008 más de 20 millones de ocupados. El último en destacarlo y en avanzar que el empleo seguirá dando alegrías ha sido el Ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, quien anunció que junio daría al país 123.000 nuevos puestos de trabajo. De manera que el mantra del Ejecutivo es que, pese a los problemas, la economía funciona porque crea empleo.

La reforma laboral es la gran obra de la coalición"Fuentes gubernamentales moradas

A Sánchez no le queda mucho más que vender como gran éxito de gestión tangible, según reconocen las fuentes consultadas. Moncloa es incapaz de entender por qué el Ejecutivo no rentabiliza las medidas sociales que está implementado. Por el momento, modula sus mensajes en función de sus intereses políticos. No por casualidad, Moncloa esperó a que las urnas se cerraran en Andalucía para reconocer que la inflación seguirá "más alta durante más tiempo" del que la jefa económica del Consejo de Ministros, Nadia Calviño, admitió en su día. La titular de Asuntos Económicos por fin alineó su criterio con el de casi todos los organismos económicos nacionales e internacionales.

El caldero andaluz instaló de nuevo en la sede del PSOE un runrún de ruptura de la coalición. El propio Sánchez, en el Congreso, advirtió a Podemos su hartazgo, sin explicitarlo, de que su socio de coalición boicotee cada desavenencia para sacar rédito electoral. Este lunes, en la rueda de prensa habitual, se preguntó al portavoz, Felipe Sicilia, por esa posibilidad después de que El Español avanzara que dirigentes socialistas y de Podemos comienzan a plantearse cuál es el momento idóneo para romper la "matrimonio de conveniencia", como lo define un alto cargo morado.

Matrimonio de conveniencia

El problema es, precisamente, ese. Las fuentes gubernamentales consultadas explican que romper el Gobierno en estos momentos mandaría una señal terrible y daría alas al PP y al resto de la oposición. Además, a Sánchez le interesa cuidar a Díaz porque es un principal activo en el Ejecutivo. Fuentes muy cercanas a la titular de Trabajo explican que hay instrucciones por parte del líder socialista de "mimar" a la 'dama roja'. De ella depende que la coalición pueda repetir. Díaz arrancará el próximo 8 de julio su proceso de escucha y el PSOE espera que le salga lo mejor posible.

Y, por eso, Sánchez ha premiado al lado morado del Gobierno al incluir en el decreto del sábado algunas de las reclamaciones moradas, en concreto, la línea roja de Díaz: la reducción del precio del transporte público. Un punto que Díaz ha negociado hasta el final y que no estaba dispuesta a renunciar.

En verdad, Unidas Podemos no tiene la más mínima intención de separarse de los socialistas. Consideran que hay casi dos años por delante para avanzar en la agenda progresista del pacto de Gobierno. Pero instan al PSOE a ser valiente y no quedarse en medias tintas. Ambos se necesitan. Sánchez se apoya en Díaz en tiempos de zozobra.

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