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Otro 'feo' de Sánchez al Rey: no informó del fichaje del marido de Calviño en Patrimonio

El actual Gobierno ha dejado de consultar con Zarzuela los nombramientos en Patrimonio Nacional y enlaza dos presidencias muy políticas procedentes de Economía y Moncloa

Otro 'feo' de Sánchez al rey: no informó del fichaje del marido de Calviño en Patrimonio
Pedro Sánchez y Felipe VI Europa Press

Zarzuela y Moncloa trataron de rebajar, antes del discurso de Nochebuena del rey, tensiones entre Felipe VI y Pedro Sánchez después del 'feo' del presidente al monarca en la inauguración del AVE a Murcia. El 'adelantamiento' en el andén de la estación, sin embargo, no fue sido la única fuente de conflicto entre Casa Real y el Gobierno antes de Navidad: lo que sí molestó, y mucho, es que el Ejecutivo no informara del fichaje -finalmente frustrado- del marido de Nadia Calviño en Patrimonio Nacional.

Así lo confirman a Vozpópuli fuentes próximas a Casa Real, que destacan el "cambio de tendencia", protagonizado por Pedro Sánchez, con los nombramientos en Patrimonio: "Históricamente, Zarzuela era consultada por Moncloa para la designación del presidente, el consejero gerente o cualquier cargo directivo del organismo, pero eso se rompió en 2020".

Ahora, con el nombramiento de Ignacio Manrique de Lara Fernández, marido de la vicepresidenta primera del Gobierno, ha pasado lo mismo: "El proceso selectivo lo llevó a cabo la presidenta de Patrimonio, Ana de la Cueva, y desde el Ministerio de Presidencia, del que depende orgánicamente el organismo, no se dio ningún tipo de información a Zarzuela".

Sánchez, como Zapatero en 2010

Las fuentes consultadas destacan que, pese a depender del Ministerio de Presidencia, Patrimonio Nacional es el organismo encargado de cuidado y mantenimiento de los bienes históricamente vinculados a la Corona y, por tanto, "siempre ha existido esa especie de bicefalia, o interlocución permanente entre Zarzuela y Moncloa a la hora de elegir nombramientos".

Siempre ha existido esa especie de bicefalia, o interlocución permanente entre Zarzuela y Moncloa a la hora de elegir nombramientos

Así, hasta 1997, el cargo de presidente de Patrimonio era "más bien honorífico", pero fue después de la designación de Álvaro Fernández-Villaverde, duque de San Carlos, cuando el organismo se "profesionalizó", dotando de un sueldo al presidente, y creando, progresivamente, la figura de consejero gerente y, después, la estructura del consejo de administración.

Para los sucesivos nombramientos de presidentes, "era el Gobierno el que proponía varios nombres a Zarzuela y después se tomaba la decisión". Habitualmente, ese nuevo presidente elegía también a su número dos y al resto de directivos, con Casa Real convenientemente informada.

Esa práctica, no obstante, fue ya interrumpida en 2010 por José Luis Rodríguez Zapatero, cuando nombró Nicolás Martínez-Fresno exembajador en Buenos Aires y exjefe de Protocolo de la Presidencia del Gobierno, al frente de Patrimonio. Esa designación, del que para muchos era el 'rasputín' del jefe del Ejecutivo, tampoco fue consensuada con Casa Real.

El "asalto político" a Patrimonio

Mariano Rajoy, en 2012, sí contactó con Zarzuela antes del nombramiento de José Rodríguez-Spiteri y lo mismo hizo en 2015 con Alfredo Pérez de Armiñán. Pedro Sánchez, sin embargo, rompió de nuevo con esa tradición... para protagonizar el "asalto político" a Patrimonio.

Así califican las fuentes consultadas la "deriva" del organismo desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. Estas mismas personas, próximas a Casa Real, recuerdan que ya en 2020 el actual presidente designó, sin contactar con Zarzuela, a María de los Llanos Castellanos, procedente de la Asamblea de Madrid como diputada autonómica del PSOE.

Apenas un año después, la socialista fue reubicada como directora adjunta del Gabinete de la Presidencia del Gobierno y su puesto fue cubierto por la actual presidenta de Patrimonio, Ana de la Cueva, que cesó de su cargo como secretaria de Estado de Economía tras su imputación por el rescate de Plus Ultra.

Patrimonio Nacional, por tanto, "se ha convertido en una extensión de Moncloa", según las fuentes consultadas, que denuncian la "politización" de un organismo que siempre ha estado dirigido por diplomáticos, expertos en política internacional y técnicos de perfil independiente.

Para estas fuentes, Sánchez quiere "controlar" cualquier decisión sobre la conservación de los bienes vinculados a la Corona, en otro "desafío" a la Casa Real: "Es otra forma más de tensar la cuerda y, además, de tener información de primera mano sobre los gastos de los palacios... y hasta de la vajilla que se usa".

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